Las FARC golpearon al ejército colombiano en las sensibles fronteras con Ecuador y Venezuela, causando la muerte a por lo menos 25 militares y heridas a otros ocho, así como una reacción dolida del presidente Alvaro Uribe, quien sin embargo reiteró su desafío de muerte a esa guerrilla.
Otros 19 militares que habían desaparecido tras la ofensiva insurgente fueron localizados con vida este domingo, según el mando castrense, que dispuso, con apoyo de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC), de una contraofensiva en las áreas con problemas de orden público.
Las tropas se vieron sorprendidas con dos ataques rebeldes -los más graves en dos meses- en el noreste y sur de Colombia, donde libran un intenso pulso militar con esa guerrilla desde principios de años que deja centenares de muertos en ambos bandos.
En la acción más sangrienta, un comando de las FARC atacó a los militares que custodiaban la infraestructura petrolera en el municipio de Puerto Asís, en el departamento de Putumayo (fronterizo con Ecuador), mataron a un suboficial y 18 soldados, y causaron heridas a otros ocho.
Asimismo, las Fuerzas Armadas reportaron la muerte de otros seis uniformados en un intento de asalto de la guerrilla a una vía que comunica a los municipios de Ocaña y Abrego, en la frontera con Venezuela.
«En medio de esta tristeza, de esta noticia que nos acongoja, que nos ha golpeado bastante, hay que decirle a nuestros compatriotas que en este momento no se le pueden hacer concesiones al terrorismo», afirmó Uribe.
La acción contra los militares en Putumayo se cumplió en medio de una violenta arremetida en la que, además, resultó destruido un bongo para el transporte de vehículos e impactado el oleoducto Transandino que pasa por Colombia y Ecuador.
Según las autoridades civiles de Puerto Asís, el ataque de las FARC fue realizado por rebeldes que ingresaron desde Ecuador, adonde habrían huido.
«En el Ecuador están los subversivos que atentan contra nuestra riqueza, sobre todo contra la vida de muchos colombianos como pasó con los soldados que murieron el sábado», afirmó el alcalde de la localidad, Jorge Coral.
El alcalde añadió que el hecho fue denunciado al presidente Uribe este domingo durante una reunión que sostuvo en la zona con los militares y autoridades civiles.
«Los campesinos y toda la ciudadanía sabe muy bien que la gran mayoría de la subversión que delinque en Colombia viene de Ecuador», insistió el alcalde.
Uribe coordinó con las autoridades del área los ajustes a introducir en el plan de seguridad contra las FARC, aunque insistió en que pese a los «dolorosos reveses» continuará con su propósito de derrotar a ese grupo.
«La política de seguridad hay que ajustarla todos los días, pero no puede tener reversa», insistió.
Entretanto, las tropas mantenían este domingo una intensa persecución contra los rebeldes que mataron a los uniformados en la frontera con Ecuador.
«Hay unos combates intensos en la frontera con Ecuador. Hemos desplazado aeronaves fantasma y helicópteros, con el ánimo de reforzar las tropas que combaten con el frente 48 FARC», afirmó el general Jorge Lésmez, comandante de la FAC.
El pasado 7 de abril, 17 militares murieron en una emboscada de los rebeldes en el departamento de Arauca, en la frontera con Venezuela, según las autoridades.
Con la acción de este sábado se eleva a por lo menos 87 el número de militares muertos en ataques a bases o patrullas desde principios del año, cuando las FARC reanudaron su accionar en lo que, según analistas, supuso el fin de un repliegue táctico de dos años.
Desde entonces el grupo rebelde mantiene continuos choques con las tropas en los que, de acuerdo con el Ejército, han muerto y han sido detenidos centenares de insurgentes.