FREDDY CUEVAS / AP
TEGUCIGALPA
Los pandilleros o »mareros», que aterrorizan a Honduras, habrían ejecutado a dos miembros de la seguridad personal del director general de Investigación Criminal, comisionado Napoleón Nazar.
»Lamentamos lo ocurrido y lloramos y rezamos por los policías muertos, pero nos sentimos con más voluntad que nunca para combatir a sus asesinos», dijo ayer el presidente Ricardo Maduro tras participar en una redada de mareros en la capital.
»Fue un acto animal, de barbarie y falta total de conciencia que contiene un mensaje para amedrentarnos, pero ahora actuaremos con más fuerza contra los criminales», advirtió.
Un campesino descubrió el miércoles los cuerpos de los policías Gloria Sánchez, de 24 años, y Juan Antonio Licona, de 27, guardaespaldas de Nazar.
Sus cadáveres, atados a la espalda y con señales de torturas, estaban tirados en unos matorrales cercanos a una carretera a 30 kilómetros al norte de Tegucigalpa.
Los asesinos le sacaron los ojos a la mujer, que también presentaba tres disparos en la cabeza. El hombre tenía cinco balas en la cabeza, otra en el brazo izquierdo y dos en la espalda.
»Es un crimen que atribuimos a los mareros», afirmó Nazar a la AP.
Los dos agentes participaron en un decomiso de drogas la noche del martes en el barrio Villa Adela, al sur de Tegucigalpa, y luego se fueron a sus casas en una patrulla policial.
»Después no los localizamos y no contestaron sus teléfonos celulares ni llegaron a sus viviendas, por lo que de inmediato iniciamos su búsqueda», dijo Nazar.
Informó que los asesinos robaron las chapas de identificación y las pistolas calibre 9 milímetros que portaban los policías.
Sánchez ingresó al sistema de seguridad de Nazar en octubre del 2004 y era madre de un niño de 6 años. Licona era guardaespaldas del jefe policial desde hace un año.
»Lamento la pérdida de los dos agentes y estamos consternados», subrayó.
Desde agosto del 2003, la policía y el ejército realizan frecuentes acciones para arrestar a los pandilleros, que aterrorizan a la población. Hasta ahora han detenido a por lo menos 1,700 cabecillas.
En Honduras operan las temidas y rivales Mara Salvatrucha y La 18. Cifras oficiales indican que hay unos 40,000 pandilleros, pero grupos de la sociedad civil indican que podrían llegar hasta 100,000.