WILFREDO CANCIO ISLA
El Nuevo Herald
Los dos hijos del sargento cubanoamericano que hizo historia demandando a Washington su derecho a visitar Cuba por razones familiares, recibieron finalmente el permiso del gobierno cubano para viajar a Estados Unidos, adonde llegarán esta semana.
En una decisión excepcional, las autoridades migratorias de la isla entregaron el pasado viernes el permiso de salida a Carlos Manuel Lazo, de 19 años, y Carlos Rafael Lazo, de 16, para visitar a su padre, Carlos Lazo, quien reside en la ciudad de Seattle.
»Estoy supercontento», dijo ayer Lazo en conversación telefónica con El Nuevo Herald. «Me sorprende que el gobierno cubano haya accedido a darles la salida y me siento una persona afortunada al poder disfrutar de este reencuentro con mis hijos».
Regularmente el gobierno cubano prohíbe la salida del país a jóvenes en edad militar. Carlos Manuel estudia en una escuela técnica de Electricidad, y Carlos Rafael cursa el técnico medio en Economía. Ambos se encontraban en un período de práctica en sus respectivas especialidades.
»Aquí todo el mundo ha hecho excepciones, pues tampoco es común que la Oficina de Intereses [USINT] les ofrezca visas a jóvenes de esa edad», comentó el veterano de la guerra de Irak. «No estoy ajeno a las manipulaciones políticas del caso, pero si el resultado es que mis hijos salieran de Cuba, pues bienvenida la manipulación».
El caso de Lazo, de galardonado con la Estrella de Bronce por su actitud heroica en la batalla de Faluya, cobró atención nacional luego de que a su regreso de la guerra se vio impedido de viajar a la isla. Según las restricciones impuestas por la Casa Blanca el pasado año, el militar no podría visitar a sus dos hijos hasta abril del 2006, tres años después de su anterior viaje a Cuba.
Los funcionarios estadounidenses se negaron a conceder un permiso especial por razones humanitarias, argumentando que el criterio de la administración es »no hacer excepciones» sobre el tema de los viajes familiares a Cuba.
Tras desplegar intensas gestiones ante el Congreso, el Departamento de Estado y el propio presidente George W. Bush, las autoridades estadounidenses lo contactaron a comienzos de julio para ofrecerle que sus hijos pudieran reunirse con él en EEUU.
Un mes después los jóvenes recibieron visas de no inmigrantes en la USINT en La Habana y solicitaron entonces, el 11 de agosto, el permiso del gobierno cubano. La autorización les fue comunicada el pasado viernes.
»Agradezco a toda la gente que trató de ayudarme, funcionarios y congresistas de ambos partidos», relató Lazo, quien calificó la noticia de «una victoria a la mitad».
«He logrado solución para mi caso personal, pero siento a la vez tristeza, porque el problema mayor no se ha resuelto: restaurar el derecho a viajar a miles de cubanos de Miami que tienen familiares cercanos en la isla, muchos de ellos ancianos y enfermos».
Los dos jóvenes viajarán el próximo viernes de La Habana a Miami. Su padre vendrá a recibirlos y luego se irán a Seattle, donde pasarán juntos las Navidades.
»Si se quedan o no definitivamente es algo que ellos decidirán», manifestó Lazo. La madre de los muchachos vive en Cuba.
Lazo, quien cumplió cárcel en Cuba por salida ilegal en 1988, logró abandonar la isla en balsa en 1992 y fue rescatado por los guardacostas a seis millas de Cayo Hueso. Residió en Hialeah por seis años antes de radicarse en Seattle con su esposa y tres hijos menores.