En Memphis, Estados Unidos, empezó un juicio contra un ex coronel salvadoreño, acusado de violar los derechos humanos en su país.
Nicolás Carranza es sindicado de crímenes contra la humanidad cometidos en la década de los 80, cuando su país estuvo bajo un régimen militar.
Carranza, quien ha vivido en EE.UU. los últimos 20 años y tiene la ciudadanía estadounidense, ha negado los cargos.
El pleito fue presentado por siete salvadoreños.
En una audiencia previa al juicio, un juez de Tennessee decidió que los testimonios de al menos cuatro de los acusadores eran válidos, por lo que los procedimientos siguieron adelante.
Según la querella, Carranza estuvo al mando de unidades militares que promovieron un «estado de terror» y el uso «extendido y sistemático» de la tortura y el asesinato.
Juicios civiles
El ex coronel fue viceministro de defensa entre 1979 y 1981 y ocupó altos cargos en la policía entre 1983 y 1984.
Aunque una amnistía general declarada en 1993 en El Salvador impide cualquier acción judicial contra militares y ex militares, la ley federal permite a los tribunales de EE.UU. atender este tipo de acusaciones en casos civiles y ordenar el pago de compensaciones.
En julio de 2002, un jurado en el estado de Florida encontró culpables a dos generales retirados del Ejército salvadoreño de haber tenido conocimiento de las torturas cometidas en su país en los años ochenta y de no haber hecho nada por impedirlas.
Más de 75.000 salvadoreños murieron durante los doce años de guerra civil entre fuerzas rebeldes, el gobierno y los grupos paramilitares.