Casi dos tercios de los brasileños no quiere que se prohíba la venta de armas y municiones en el país.
Así lo señalan los resultados preliminares de un referendo que se llevó a cabo este domingo para determinar el apoyo popular a una veda sobre la venta de armas, propuesta por el gobierno brasileño.
Con más de 90% de los votos escrutados, al menos 64% de los electores rechazó la propuesta, mientras que aproximadamente 34% votó a favor. Las cifras oficiales se darán a conocer este lunes.
El resultado le propina un golpe al gobierno de Luis Inacio Lula da Silva, que introdujo la consulta con el apoyo de la iglesia de Brasil, Naciones Unidas y organizaciones no gubernamentales.
Se estima que más de cien millones de personas participaron en la votación, que fue obligatoria.
Motivos para el «No»
Brasil tiene el mayor número de muertes por armas de fuego del mundo, con un promedio de una víctima fatal cada 15 minutos.
A pesar de ello, la campaña por el «No» habría triunfado en el referendo porque -según señala el corresponsal de la BBC en Sao Paulo, Steve Kingstone- sus propulsores habrían convencido a los votantes de que la veda no reduciría los crímenes, ya que los criminales no suelen comprar sus armas de manera legal.
No perdimos porque a los brasileños les gusten las armas. Perdimos porque la gente no confía en el gobierno o la policía
Denis Mizne del grupo contra la violencia Sou da Paz
Los activistas anti-armas aseguraron que los electores también votaron «No» como una protesta contra la política de seguridad del gobierno.
«No perdimos porque a los brasileños les gusten las armas. Perdimos porque la gente no confía en el gobierno o la policía», aseguró Denis Mizne del grupo contra la violencia Sou da Paz.
Quienes abogaban por la prohibición también acusaron a los fabricantes de armas y a grupos de presión como la Asociación Nacional de Rifles de Estados Unidos (NRA, por sus siglas en inglés) de manipular los temores de la población.
El vocero del NRA en Washington llamó al resultado «una victoria para la libertad».
En Brasil, el político Alberto Fraga, quien lideró el lobby por el «No» en el Congreso, afirmó que la oposición a la veda era «una reacción contra el intento de quitarle un derecho al ciudadano».
¿Qué pasa ahora?
El ministro de Justicia de Brasil, Márcio Thomaz Bastos, dijo a la agencia de noticias Reuters, que más allá del resultado final del referendo, la posesión de armas por parte de civiles continuará siendo controlada con rigurosidad.
La ONU afirma que las armas son la principal causa de muerte entre los jóvenes en Brasil.
Según las autoridades, las armas de fuego son responsables del 63,9% de los homicidios que se cometen en Brasil, y sólo el año pasado ocasionaron la muerte de unas 36.000 personas, más que en cualquier otro país del mundo.
De acuerdo con la leyes vigentes, cualquier brasileño mayor de 25 años puede comprar un arma de fuego, luego de que se revise sus antecedentes.
Una encuesta de grupos no-gubernamentales estima que en la actualidad habría más de 17 millones de armas en Brasil, 9 millones de las cuales no estarían registradas.
El gobierno ha estado promulgando una serie de medidas para reducir el uso de armas, aumentando las multas por posesión ilegal y ofreciendo dinero a quienes entregan sus armas en amnistías.
Sin embargo el corresponsal de la BBC en Sao Paulo advierte que los esfuerzos de las autoridades brasileñas podrían verse socavados por los resultados del referendo.
«Con la fuerte oposición que hubo a la propuesta, peden pasar varios años antes de que los sectores políticos decidan volver a abordar el tema», indicó Steve Kingstone.