Ejército de Estados Unidos ha retirado del servicio a cerca de 350 homosexuales en 10 años
La cifra no ha significado un gran sacrificio, comparado con la cifra de 1,4 millones de personas que integran las Fuerzas Armadas.
Los aproximadamente 350 afectados son el 3,5 por ciento de más de 10.000 personas licenciadas por la política oficial conocida como «no se pregunta y no se revela» desde que fue adoptada en 1994.
Sin embargo, muchos de ellos fueron oficiales graduados de las academias de las diferentes armas o voluntarios que fueron a facultades de medicina con los estudios pagados por los contribuyentes estadounidenses-soldados que no son fácilmente reemplazados por una nación en guerra que se ve apurada para cubrir las cuotas que necesita.
«No se puede ir a la calle mañana y reclutar a cualquiera entre la población general que haya sido educado en la fuerza aérea, alguien con entrenamiento médico, alguien completamente dedicado a la fuerza aérea, dispuesto a servir y que puede ser despachado a Irak mañana», dijo Beth Schissel, graduada de la Academia de la Fuerza Aérea en 1989 y que pasó a la facultad de medicina.
Schissel fue expulsada del servicio militar por admitir que es lesbiana.
Según las estadísticas recopiladas por el Pentágono y dadas a conocer por el Centro para el Estudio de las Minorías Sexuales en las Fuerzas Armadas, Schissel es uno de los 244 médicos y profesionales de la salud licenciados de 1994 al 2003 conforme a la política que permite a los homosexuales y lesbianas servir en las fuerzas armadas siempre y cuando se abstengan de mantener relaciones homosexuales y no proclamen su orientación sexual. El Congreso aprobó esa política en 1993.
Con AP.-