Fuerzas paquistaníes dieron de baja a 80 presuntos milicianos de Al Qaeda
El ataque, antes del amanecer, apuntó contra una escuela religiosa en la aldea de Chingai, cerca de Khar, en el distrito tribal de Bajur, según dijo el portavoz del Ejército, general de división Shaukat Sultán.
Sultán dijo que los estimados iniciales, basados en fuentes de inteligencia, indican que el ataque dejó muertos a unos 80 presuntos milicianos de Pakistán y otros países. Sería el saldo de bajas más alto jamás registrado en este tipo de operaciones contra presuntos terroristas islámicos en Pakistán.
Líderes locales y testigos, sin embargo, aseguran que en el ataque murieron solamente estudiantes y profesores de una de las escuelas religiosas conocidas como madrassa. El ataque desató protestas en Chingai, Khar y otros pueblos de la región de Bajur. Los manifestantes dijeron que el ejército paquistaní mató a civiles inocentes, no a terroristas.
El episodio podría hacer peligrar las negociaciones entre el gobierno y líderes tribales locales en una región en la que encuentran refugio guerrilleros que combaten la presencia de las fuerzas armadas paquistaníes en la zona y a las unidades estadounidenses en la vecina Afganistán.
Helicópteros artillados dispararon cuatro o cinco misiles a la madrassa, donde se cree que había unas 80 personas, según el mayor general Shaukat Sultan. Las explosiones destruyeron el edificio y todo lo que había adentro. Toda la zona aledaña quedó cubierta de escombros, sangre y pedazos de cuerpos humanos.
Sultan dijo que los estimados iniciales, basados en información suministrada por los servicios de inteligencia, indican que en la acción murieron unos 80 militantes paquistaníes y de otras nacionalidades. Se cree que hubo solo tres sobrevivientes. “Estos militantes realizaban acciones dentro de Pakistán y probablemente también en Afganistán, dijo Sultan a The Associated Press.
Sultan agregó que la madrassa era en realidad un centro de entrenamiento de guerrilleros y que el ataque se produjo luego de que los directores del lugar se negaron a cerrar sus puertas, como les habían pedido en las últimas semanas. Pocas horas después del ataque, miles de residentes de la zona asistieron a tres servicios fúnebres masivos cerca de la escuela. Los restos de las víctimas del ataque fueron enterrados en el momento, según vio un periodista de la AP en el lugar.
Fue imposible hacer un cálculo exacto de la cantidad de muertos en vista del estado en que quedaron los cuerpos. En algunos féretros fueron colocados los restos de más de una persona. Los lugareños colocaron los restos en bolsas de plástico usadas para almacenar fertilizantes.
“Escuchamos el ruido de los helicópteros y luego las explosiones” , declaró un residente de la zona, Haji Youssef. “Estamos muy acongojados por lo que sucedió”. Miles de personas de pueblos vecinos llegaron al lugar para ver lo que había pasado, muchos de ellos llorando y gritando “¡Viva el Islam!” .
En Khar, unas 2.000 personas marcharon por la calle principal y criticaron al presidente Pervez Musharraf y al presidente estadounidense George W. Bush. En Islamabad, el líder religioso más influyente de Pakistán, Qazi Hussain Ahmed, dijo que el argumento de que la madrassa era un centro de entrenamiento de terroristas era “un disparate”.
Las fuerzas armadas paquistaníes están empeñadas en eliminar a los terroristas de Al Qaeda y del talibán que operan en esta región semiautónoma de la difusa frontera entre Pakistán y Afganistán, en la que se cree está escondido el líder
de Al Qaeda Osama bin Laden.
Se sospecha que desde Bajur parten combatientes, armas y provisiones para los guerrilleros que operan en Afganistán.
AP