La importancia de la seguridad ciudadana
El diseñar una política integral de seguridad ciudadana, así como la aplicación de estrategias, es sumamente importante, ya que lo que está en juego, en muchos casos, es nuestra propia vida. Reflexionemos que aunque no participemos del debate, vamos a sufrir irremediablemente las consecuencias del éxito o del fracaso.
Habrá que empezar a construir las relaciones cívico-policiales dentro de los marcos de un Estado de derecho y un sistema político-democrático, por ello la seguridad ciudadana debe ser entendida como un elemento más dentro de una estrategia global de reformas del Estado.
Hoy los alcaldes deberían plantear concretamente cómo atender las causas estructurales que originan los problemas delincuenciales en sus respectivos distritos y hacerlas públicas entre sus propios vecinos. El problema de violencia y delincuencia obliga al Estado a dar una respuesta menos política y más práctica, que permita una participación activa de la sociedad civil.
Durante los últimos años, dos ciudades llegaron a reducir cifras importantes de su criminalidad: Medellín en Colombia y New York. En los Estados Unidos, aplicaron la de ¨Tolerancia cero al crimen¨. Los delitos menores, los que más mortifican y atemorizan a la población, en ambos casos, dejaron de ser descartados por los fiscales y comenzaron a ser castigados con dureza.
¿Quiénes fueron los artífices de esos logros? Los propios alcaldes, apoyados por las comunidades. Uno de los problemas que más inquieta hoy a la ciudad es el accionar de la violencia juvenil. No olvidemos que los delincuentes juveniles de hoy, de no hacer nada, serán los avezados de mañana. Resulta claro que para evitar la violencia y el crimen, se requiere actuar en diferentes planos al mismo tiempo.
Hay que educar, prevenir y castigar. Habrá que empezar teniendo un buen diagnóstico de estadística, para saber a ciencia cierta qué está ocurriendo en las calles, encontrar la política y estrategias adecuadas a cada situación será el segundo paso. Desde el año 2002 la seguridad ciudadana es la VII política de Estado, sin embargo, para este Gobierno pareciera el furgón de cola ya que poco se ha hecho en los dos últimos años.
Pregunto desde el Consejo de Seguridad Ciudadana: ¿qué se ha hecho?, ¿cuáles son las propuestas y logros a la problemática de inseguridad ciudadana? Esta es una de las principales preocupaciones. El riesgo de la inseguridad en las calles, no sólo afecta a la población, sino también atenta contra intereses nacionales como el turismo o la inversión.
Lo cierto es que nadie parece estar seguro en ninguna parte, y eso incluye, por supuesto, nuestro propio domicilio. Los riesgos y el peligro están latentes en cualquier ámbito de la ciudad. Incluso no siendo el blanco seleccionado por los delincuentes, podríamos resultar afectados solo encontrándonos en el lugar y hora equivocados.
Nadie está exento de riesgo. Mujeres, hombres, ancianos o niños. Hoy la mayoría de los ciudadanos se sienten impotentes por la impunidad del delito en hechos comprobados que se pierden en un mar de justificaciones y legalismos que, en el plano práctico, protegen a los delincuentes y que, esencialmente y en la gran mayoría de los casos, desconocen el derecho de los agraviados.
No perdamos de vista el gran esfuerzo que hacen la mayoría de los peruanos. Nos esforzamos para vivir con respeto, decoro y dignidad. De lo hecho hasta el momento en materia de seguridad ciudadana, no existen mayores cambios para la tranquilidad y seguridad de la mayoría de los peruanos.
Finalmente, es evidente que el Estado no sólo no ha hecho bien su trabajo, sino que, lo que es peor, ha permitido que instituciones de seguridad pública estén hoy de manos atadas por una serie de factores.
César Ortiz Anderson
Colaborador de Segured.com