Washington. Analistas y políticos discuten desde hace meses el peligro del radicalismo iraní para Europa, Estados Unidos y Medio Oriente, pero organizaciones hebreo-latinas destacan otra amenaza que recibe menos atención.
«La creciente presencia de Irán en Latinoamérica está bastante fuera del radar», dijo Dina Siegel, directora de Asuntos Latinoamericanos del Comité Judío Estadounidense (CJE), citó Efe.
La CJE destacó, en un informe reciente, que «con seis oficinas diplomáticas en la región… Irán se prepara para establecer una fuerte presencia en el continente».
Para Siegel son las alianzas ideológicas como las que mantienen con Irán el presidente venezolano, Hugo Chávez, y su homólogo cubano, Fidel Castro, las que le quitan el sueño.
Aunque precisó que las relaciones entre Venezuela e Irán se remontan a décadas atrás, insistió en que «esta creciente camaradería» no se había visto hasta la llegada de Chávez.
Por su parte, Michael Ledeen, analista del American Enterprise Institute, dijo que pruebas anecdóticas, como las fotos de Chávez y Castro que portaban algunos manifestantes en Teherán durante muestras de apoyo al régimen del presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad, relevan la creciente alianza estratégica de Cuba y Venezuela con Irán.
