Luego de los ataques terroristas contra Nueva York, Washington y Pennsilvania, Estados Unidos comenzó a considerar una nueva legislación sobre el tema del transporte aéreo. La industria de las aerolíneas fue golpeada por las interferencias terroristas a tal punto que necesitó una inyección de liquidez superior a los 20 millardos de dólares por parte del gobierno federal para sobrevivir a esa coyuntura. Sin embargo, su futuro sigue siendo incierto.
De la noche a la mañana, en el público que entra y sale por vía aérea de los Estados Unidos se creó la sensación de que los aviones no son cosa segura. Las estadísticas previas al 11 de septiembre parecían hablar de otra realidad: según la Asociación de Transporte Aéreo, la rata de estadounidenses que ha utilizado un avión durante el último año se ha elevado desde 26 por ciento en 1978 (primer año de la serie) hasta 48 por ciento en 1997. Casi el doble.
Si bien es cierto que los accidentes han crecido a un ritmo similar que la demanda de servicio reflejada en la estadística anterior, el porcentaje de casos fatales se había mantenido en un mínimo. En 1982 fueron registrados 16 accidentes, 4 de ellos con muertes. En 1998 hubo 41 accidentes, y sólo 1 con muertes.
La proporción de accidentes, con o sin casos fatales, hasta 1998 se ha mantenido por debajo o alrededor de 1 por cada cien mil vuelos. La peor correlación de casos fatales, de acuerdo con los números levantados por la referida asociación, correspondió al año 97: 0,359 por cada cien mil vuelos que entran o salen de cielo estadounidense.
Para redondear este comentario, entre 1982 y 1998 el número de pasajeros que ha utilizado aerolíneas desde o hacia EEUU se ha elevado de 6,6 a 8,2 millones de personas por año. El mayor número de pasajeros muertos fue acumulado en 1996, año de los juegos olímpicos de Atlanta, con 342.
Las estadísticas referidas incluyen no sólo a las aerolíneas norteamericanas sino a todas aquellas que entran o salen de cielo estadounidense. Por lo tanto, no es descabellado inferir que a pesar de lo ocurrido durante el mes de septiembre de este año, tomar un avión sigue siendo algo relativamente seguro en términos porcentuales. El 2001 quedará entonces como un año atípico en cuanto a las correlaciones numéricas se refiere en esta materia.
Esperamos que este récord funesto nunca se repita.
Para mayor información, los interesados pueden revisar las siguientes direcciones de Internet:
*Serie sobre la correlación de accidentes aéreos fatales por cada 100 mil pasajeros, entre 1987 y 1998, levantada por la National Transportation Safety Board.
*Serie estadística con cuadro de barras sobre el número de accidentes aéreos por cada cien mil salidas de los Estados Unidos, entre 1982 y 1998, hecha por la misma asociación.
*Porcentaje de estadounidenses que tomaron un avión comercial entre 1978 y 1997. Los datos fueron suministrados por la Asociación de Transporte Aéreo de Estados Unidos.
*Página oficial de la Alianza para la Seguridad de la Aviación. Contiene información orientada hacia reporteros, actualizada a diario. Los textos están en inglés.
*Consejos sobre seguridad para el uso de un avión comercial, suministrados por la Administración de Aviación Federal de Estados Unidos. Los textos están en inglés.