La crisis financiera mundial, en nuestro país no echó por los suelos como algunos pensaban el crecimiento nacional ya alcanzado. Recordemos que la alarma comenzó un 15 de septiembre del año 2008, cuando el banco norteamericano de servicios financieros Lehman Brothers fue declarado oficialmente en bancarrota, suceso que marcó el inicio de la etapa más agresiva de la crisis financiera mundial, a pesar que la factura de la crisis para Latinoamérica se estima que superara los 150.000 millones de dólares, el Perú salió bien librado. Es cierto que son pocos los que conocen el manejo de cifras macroeconómicas, la gente de a pie, los que conocen como recursear legal y honradamente su día a día, especulaban a principios de año lo mal que nos podría ir.
Es cierto que la pobreza se incrementó y esa es la lamentable factura que tuvimos que pagar, el ministro de economía saliente con una acertada política evitó una reducción del producto bruto interno, en aproximadamente 5.000 millones de dólares, ya muchos comparaban esta crisis como la ocurrida entre los años 1929 y 1934, cuando sucedió el «crack» norteamericano, crisis que alcanzó niveles catastróficos, repercutiendo en todo el mundo. Más de 4.000 bancos quebraron, millares de familias perdieron sus casas por no poder pagar los alquileres, muchos empresarios que habían invertido en la bolsa y perdieron casi todo, estaban al borde del suicidio, en esa crisis el Perú significó la bancarrota financiera del Estado, relacionada con menores ingresos públicos, debido a la caída y reducción abrupta del comercio exterior, además del aumento significativo del desempleo así como la reducción de salarios.
Por eso es que el fantasma de la crisis causa tanto miedo, sin embargo y a pesar de la crisis este año creció la inversión extranjera en casi 24%, además una prestigiosa calificadora de riesgos nos acaba de otorgar el grado de inversión al país, por su buena respuesta fiscal frente precisamente a la crisis, que todo esto que tiene que ver con mi tema el de la seguridad ciudadana. No podemos poner en riesgo lo ganado sino podemos manejar en forma adecuada las tasas de delito que hoy se vienen incrementando, no se trata solo de la seguridad de los propios ciudadanos, que ya tan solo por eso estaría justificado cualquier esfuerzo en esa materia, además se ponen en riesgo intereses nacionales como el turismo o la inversión extranjera, por eso propongo ponerle mucha atención al fenómeno de la inseguridad ciudadana para el año 2010.
Hoy en general la población Latinoamérica reclama respuestas concretas a este fenómeno social, el delito sigue ascendiendo a pesar que las tasas de encarcelamiento aumento en forma significativa la ultima década, a ello se debe que la mayoría de nuestros sistemas penitenciarios estén a punto de colapsar. En materia de criminalidad existen diversos tipos de delincuencia, el crimen organizado, las mafias del narcotráfico, grupos delictivos que se dedican a los asaltos, las extorsiones, los secuestros, los robos de vehículos, lo preocupante es que hoy observo una delictualidad muy joven, que van escalando espacios de violencia, las pandillas es un ejemplo de ello, resulta curioso que la mayoría de adolescentes y jóvenes en nuestros países, nunca han experimentado una interacción positiva con el Estado, más bien con frecuencia su primera experiencia es con la policía y la justicia. Hay que reconocer sin duda que el clima social para los excluidos es muy hostil, en un país de la región ser pobre y joven ya es un estigma.
En mi opinión no se debe seguir únicamente con la vieja receta de represión, encarcelamiento y punición, mas de lo mismo no es la solución, ya debemos trabajar las causalidades del delito que es un trabajo a mediano y largo plazo, es por ello del poco interés de los políticos en el tema. Otro grave problema a trabajar es la violencia intrafamiliar, la mayoría de los jóvenes delincuentes vienen de hogares desarticulados y donde la violencia era una constante, la familia con buenos modelos de conducta y códigos éticos así como una educación de calidad son factores que previenen y detienen el delito.
En los países donde tienen los mas bajos índices de delincuencia a pesar de tener la más baja proporción de policías per capita del planeta, son los países nórdicos, donde existe un sistema socialmente incluyente, allí hay oportunidades de una buena educación y trabajo para los jóvenes, sin duda existe una correlación entre redes de seguridad económica y reducción de delitos, las altas desigualdades sociales y Latinoamérica es la región mas desigual, favorecen los delitos.
Finalmente y este articulo lo empecé hablando de economía, mientras no haya una adecuada política social y económica para reducir entre otras cosas la exclusión social y los otros factores arriba mencionados, el caldo de cultivo siempre estará presente para que los delitos y la violencia aumenten.