Sostienen que Uribe pierde la guerra interna

GONZALO GUILLEN / El Nuevo Herald BOGOTABasado en estadísticas estrictamente oficiales de la Presidencia de la República y el Ministerio de Defensa, el especialista en temas de seguridad nacional, Pablo Casas Dupuy, acaba de producir un informe, conocido ayer por El Nuevo Herald, según el cual durante el actual gobierno de Alvaro Uribe Vélez los triunfos militares en la guerra interna han disminuido notablemente y los fracasos han aumentado respecto a la administración de Andrés Pastrana (1998-2002).
Mientras Uribe y sus agentes de propaganda en temas de seguridad han basado buena parte de su discurso en censurar extravíos, frustraciones y derrotas que le achacan al pasado gobierno respecto del manejo de la guerra, las propias estadísticas oficiales recaudadas por Casas Dupuy indican que, en verdad, los mayores reveses y los resultados operativos más desalentadores se han dado en la actual administración, que comenzó en agosto del 2002 y terminará en el mismo mes de este año.
No obstante, la publicidad oficial y una tendencia generalizada de la prensa local a ignorar o minimizar las noticias desfavorables que produce la guerra civil, han llevado a la opinión pública a suponer que el gobierno de Uribe se encontraría próximo a poder dar un parte de victoria cuando, en realidad, grupos como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC, no solamente mantienen intacta en algunos casos su capacidad operativa sino que en otros muestran que la ha aumentado.
»Paradójicamente, la política gubernamental por la que la opinión pública, e inclusive varios opositores, le reconocen mayores logros al gobierno Uribe, es una de las políticas cuyos resultados dejan más que desear», sostiene Casas Dupuy en su informe.
»Los grupos alzados en armas aún no han sido golpeados significativamente». Antes, por el contrario, hace cuatro años »los ataques por iniciativa de los grupos irregulares … contra la fuerza pública» fueron 350, cifra que en el 2005 se elevó a 550. Por este concepto, el peor de los años para el país fue el 2003, con »más de 700» ataques, revela Casas Dupuy, usando estadísticas oficiales que también han sido recogidas por la Fundación Seguridad y Democracia, principal y más activo observatorio independiente de la guerra en Colombia.
Hay otras observaciones sobre cómo va la guerra civil que el gobierno de Uribe sugiere estar ganando en la propaganda pero no en el campo de batalla. (Ver recuadro)
Al analizar las estadísticas oficiales, Casas Dupuy concluye que »la disminución de los ataques contra la guerrilla por iniciativa de la fuerza pública así como la disminución en la letalidad de estos, evidencian que la fuerza pública llegó a un máximo nivel de operatividad cuando recibió la inyección de recursos del Plan Colombia (cerca de $6 mil millones donados por Washington), pero éstos no han sido suficientes para sostener un mismo ritmo de ofensiva» y desde el 2003 ocurre un proceso de «desgaste militar».

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