Merkel quiere endurecer sanciones contra Irán
Wiesbaden.- La canciller alemana, Angela Merkel, se mostró hoy a favor de endurecer las sanciones impuestas a Irán por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (ONU), si ese país no abandona sus planes nucleares, mientras que el presidente ruso, Vladimir Putin, consideró que hay que tener paciencia.
Ambos mandatarios son partidarios de alcanzar una solución pacífica al problema atómico con Irán, según recalcaron en una rueda de prensa conjunta en Wiesbaden, en el suroeste de Alemania, después de mantener una entrevista y al término de las conversaciones ruso- germanas del llamado Diálogo de San Petersburgo, reseñó DPA.
Merkel subrayó que todavía hay posibilidades de hacer ceder a Teherán mediante negociaciones, pero recordó que si esas conversaciones no tienen un resultado positivo y si Irán no presenta su programa nuclear de una forma más transparente, tendrán que imponerse nuevas sanciones.
El presidente ruso, por su parte, manifestó que de nada sirve amedrentar al pueblo iraní y a sus dirigentes políticos. «No tienen miedo», subrayó en esa rueda de prensa en Wiesbaden.
En ese sentido, Putin consideró que Corea del Norte es un buen ejemplo de cómo ha de actuar la comunidad internacional. Ahí se demostró paciencia, «y eso ha de aplicarse también al problema atómico con Irán», dijo.
Por otra parte, Putin rechazó los rumores que señalaban que, debido a las amenazas de atentados terroristas, no realizará el viaje a Irán previsto para esta tarde. «Naturalmente que voy a viajar a Irán», confirmó personalmente.
Así, según está previsto, Putin abandonará Alemania esta tarde con destino a Irán, donde además de participar en la reunión de los países ribereños del Mar Caspio, el martes se pronunciará en Teherán sobre los controvertidos planes atómicos iraníes.
Pero la entrevista mantenida por ambos mandatarios no estuvo centrada solamente en el programa nuclear iraní, sino que también fueron ampliamente tratados el futuro de la provincia secesionista de Kosovo, los planes estadounidenses de instalar un sistema antimisiles en Europa central y la cuestión de los Balcanes occidentales.
Por otra parte, en el encuentro en Wiesbaden, Merkel destacó la «colaboración estratégica» que comparten ambos países, por ejemplo, en materia de abastecimiento energético. Ambos mandatarios discutieron sobre el proyectado gasoducto a través del mar Báltico que unirá Rusia con Alemania, un proyecto «deseado a nivel político», dijo Merkel.
Además de ello, los dos países han aumentado sus relaciones en todos los sentidos, agregó Merkel. Así, a la colaboración petrolífera y gasista se suman las que se dan en ámbitos como la economía, la investigación y la seguridad.
Según explicó la misma, Alemania depende de los envíos de energía rusa, pero, por otra parte, la modernización ha hecho posible que la economía rusa ofrezca oportunidades a las empresas alemanas.
Alemania es el principal socio exportador para Rusia. En 2006, el volumen de exportaciones aumentó en un 37,7 por ciento hasta más de 53.000 millones de euros (75.140 millones de dólares). Una gran parte de ello es a través del petróleo y el gas, pues Alemania cubre una tercera parte de su demanda a través de las importaciones de Rusia.
El presidente ruso, que arribó a Alemania anoche y compartió una cena con la canciller Merkel, fue recibido esta mañana en Wiesbaden con honores militares.
El mandatario aseguró ante los representantes rusos y germanos del Diálogo de San Petersburgo que colaborará ampliamente con Alemania más allá de las próximas elecciones presidenciales y parlamentarias en Rusia.
Putin, que dejó abierta la cuestión de su posible futuro en la vida política, recalcó que aunque la dirección y los mandatarios rusos sean nuevos, la cooperación con Alemania se mantendrá. «Estoy seguro de que en este punto no habrá ningún cambio», insistió.
Desde el sábado, en el Diálogo de San Petersburgo participaron unas 70 personas, entre políticos, diplomáticos, periodistas, representantes de la economía, la iglesia cristiana y la cultura de ambos países.
Putin abandonará su cargo de presidente a comienzos de la próxima primavera (boreal), por lo que se trata de la última vez en la que participa en esas consultas que él mismo instauró junto con el anterior canciller alemán, Gerhard Schroeder, en 2001, y que en esta ocasión estuvieron presididas por el ex jefe de Estado ruso Mijail Gorbachov y el último jefe de gobierno de la extinta República Democrática Alemana (RDA), Lothar de Maiziére.