Toque de queda en Timor Oriental

Decretan el estado de emergencia y toque de queda en Timor Oriental
Dili.- El primer ministro Xanana Gusmao decretó este lunes el estado de emergencia por 48 horas y el toque de queda en Timor Oriental, tras la doble tentativa de asesinato contra los dos máximos dirigentes del país.
El estado de emergencia en todo el territorio prohíbe en especial las reuniones públicas. El toque de queda entrará en vigor a las 20H00 (las 11H00 GMT). Ambas medidas deben ser aprobadas por el vicepresidente del Parlamento para que sean aplicadas.
El presidente de Timor Oriental y premio Nobel de la Paz, José Ramos-Horta, resultó herido de bala en un ataque en la madrugada de este lunes y trasladado a Australia para ser hospitalizado de urgencia, mientras su primer ministro lograba escapar a otro intento de asesinato.
El primer ataque fue lanzado a las 06H00 locales (las 21H00 del domingo GMT) contra la residencia privada del jefe del Estado, situada en la capital Dili, por un grupo de rebeldes armados que se enzarzaron en un tiroteo con los guardias. Ramos-Horta, de 58 años, recibió un disparo en el abdomen, reseñó AFP.
Tras ser operado de urgencia en un hospital militar en Timor Oriental, el presidente timorense fue trasladado en avión por la tarde a la gran ciudad australiana más cercana, Darwin (norte), para ser hospitalizado. Su estado de salud fue calificado de «muy serio pero estable» por el primer ministro australiano, Kevin Rudd. El equipo que lo atiende esperan una «recuperación total», indicó Len Notaras, médico jefe del Royal Darwin Hospital. «El hecho de que esté estable es un buen signo que nos hace creer en buenos resultados para él», agregó.
El gobierno australiano enviará refuerzos «sustanciales» al contingente de 800 hombres que Australia ya tiene desplegados en Timor Oriental junto a 1.700 policías de Naciones Unidas, para ayudar a estabilizar la situación, declaró Rudd a los periodistas en Canberra. «Este gobierno apoyará con determinación al gobierno democrático de Timor Oriental en este tiempo de crisis», afirmó el primer ministro australiano.
Durante el tiroteo en la residencia del presidente murió el líder rebelde Alfredo Reinado, un oficial destituido que se alzó en armas en 2006 durante una ola de disturbios que dejó 37 muertos y más de 150.000 desplazados, informó el viceprimer ministro José Luis Guterres. «El mayor Reinado murió y uno de los guardas presidenciales resultó herido», afirmó Guterres; las fuerzas de seguridad buscan a los demás miembros del comando agresor.
En un ataque coordinado para asesinar a los líderes del país, los rebeldes atacaron hora y media después el domicilio del primer ministro Xanana Gusmao, sumiendo a Timor Oriental en una nueva crisis tras los mortales disturbios de 2006, que provocaron el despliegue de fuerzas internacionales para resturar la calma.
Gusmao, que fue presidente de Timor Oriental tras la independencia del país, en 2002, hasta que Ramos-Horta fue elegido, el año pasado, escapó al ataque y afirmó que la situación se encuentra bajo control. «Incluso si el Estado ha sido atacado por un grupo armado y si el presidente fue herido, el Estado controla la situación. Las cosas siguen su curso normalmente y la situación está bajo control», dijo Gusmao.
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, se declaró «conmocionado y consternado» por el ataque, al tiempo que enviaba a Dili a su representante especial, Atul Khare, y llamaba a este país de un millón de habitantes de la zona Asia-Pacífico a mantener la calma.
Después de una ola de profunda desestabilización, de abril a junio de 2006, policías y soldados extranjeros, en parte bajo el mandato de la ONU, están a cargo de la seguridad en Timor Oriental, un país que conquistó la independencia en 2002.
Ramos-Horta, premio Nobel de la Paz 1996, fue elegido el año pasado presidente de Timor Oriental tras haber sido primer ministro y encarna la resistencia de esta paupérrima ex colonia portuguesa ocupada por Indonesia durante 25 años (1975-99).
El presidente de Timor Oriental y premio Nobel de la Paz, José Ramos-Horta, resultó herido de bala en un ataque en la madrugada de este lunes y trasladado a Australia para ser hospitalizado de urgencia, mientras su primer ministro lograba escapar a otro intento de asesinato.
El primer ataque fue lanzado a las 06H00 locales (las 22H00 del domingo en la España peninsular) contra la residencia privada del jefe del Estado, situada en la capital Dili, por un grupo de rebeldes armados que se enzarzaron en un tiroteo con los guardias. Ramos-Horta, de 58 años, recibió un disparo en el abdomen.
Tras ser operado de urgencia en un hospital militar en Timor Oriental, el presidente timorense fue trasladado en avión por la tarde a la gran ciudad australiana más cercana, Darwin (norte), para ser hospitalizado. Su estado de salud fue calificado de «muy serio pero estable» por el primer ministro australiano, Kevin Rudd. El equipo que lo atiende esperan una «recuperación total», indicó Len Notaras, médico jefe del Royal Darwin Hospital. «El hecho de que esté estable es un buen signo que nos hace creer en buenos resultados para él», agregó.
El gobierno australiano enviará refuerzos «sustanciales» al contingente de 800 hombres que Australia ya tiene desplegados en Timor Oriental junto a 1.700 policías de Naciones Unidas, para ayudar a estabilizar la situación, declaró Rudd a los periodistas en Canberra. «Este gobierno apoyará con determinación al gobierno democrático de Timor Oriental en este tiempo de crisis», afirmó el primer ministro australiano.
Durante el tiroteo en la residencia del presidente murió el líder rebelde Alfredo Reinado, un oficial destituido que se alzó en armas en 2006 durante una ola de disturbios que dejó 37 muertos y más de 150.000 desplazados, informó el viceprimer ministro José Luis Guterres. «El mayor Reinado murió y uno de los guardas presidenciales resultó herido», afirmó Guterres; las fuerzas de seguridad buscan a los demás miembros del comando agresor.
En un ataque coordinado para asesinar a los líderes del país, los rebeldes atacaron hora y media después el domicilio del primer ministro Xanana Gusmao, sumiendo a Timor Oriental en una nueva crisis tras los mortales disturbios de 2006, que provocaron el despliegue de fuerzas internacionales para resturar la calma.
Gusmao, que fue presidente de Timor Oriental tras la independencia del país, en 2002, hasta que Ramos-Horta fue elegido, el año pasado, escapó al ataque y afirmó que la situación se encuentra bajo control. «Incluso si el Estado ha sido atacado por un grupo armado y si el presidente fue herido, el Estado controla la situación. Las cosas siguen su curso normalmente y la situación está bajo control», dijo Gusmao.
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, se declaró «conmocionado y consternado» por el ataque, al tiempo que enviaba a Dili a su representante especial, Atul Khare, y llamaba a este país de un millón de habitantes de la zona Asia-Pacífico a mantener la calma.
Después de una ola de profunda desestabilización, de abril a junio de 2006, policías y soldados extranjeros, en parte bajo el mandato de la ONU, están a cargo de la seguridad en Timor Oriental, un país que conquistó la independencia en 2002.
Ramos-Horta, premio Nobel de la Paz 1996, fue elegido el año pasado presidente de Timor Oriental tras haber sido primer ministro y encarna la resistencia de esta paupérrima ex colonia portuguesa ocupada por Indonesia durante 25 años (1975-99).

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