SERGIO DE LEON
Associated Press
GUATEMALA – Amnistía Internacional (AI) dijo que la «brutalidad sin límites», la discriminación y la impunidad reflejan la indolencia con que las autoridades guatemaltecas encaran la violencia contra las mujeres.
El informe de AI se titula «Ni protección ni justicia: homicidios de mujeres en Guatemala» y comienza con el testimonio de Rosa Franco, cuya hija María Isabel de 15 años, se cuenta entre las 1.188 mujeres asesinadas entre el 2001 y el 2004 en el país.
«La noche del 15 de diciembre del 2001 fue secuestrada en la capital y apareció poco antes de Navidad violada, amarrada de pies y manos con alambres de púas, acuchillada y estrangulada», relató de Franco.
El crimen de su hija sigue impune, igual que otros 150 presentados en la fiscalía metropolitana y de los cuales solamente uno ha sido llevado a juicio.
Para AI, «una importante característica de muchos de los casos… es la brutalidad de la violencia ejercida» como mutilaciones y descuartizamientos.
La investigadora de AI Yanette Bautista manifestó que «la impunidad que rodea la mayoría absoluta de estas muertes… es solo el botón que muestra la indolencia y la ausencia de interés y voluntad política de las autoridades».
Nadie estaba disponible en la oficina de prensa del ejecutivo para hacer comentarios sobre el tema.
Bautista señaló que «esta impunidad es la regla en Guatemala, no la excepción y es característica estructural del tratamiento que ha dado el estado a la generalidad de las violaciones de los derechos humanos tanto del pasado como del presente».
Según Bautista, «las víctimas han llegado a ser solamente cifras, no sujetas de derechos ni portadoras de dignidad y contrario a lo que se pregona, los autores no han sido identificados».
El informe es parte de varias investigaciones sobre el tema que AI hizo en países como México, Turquía y Colombia, en el marco de la campaña contra de la violencia a las mujeres lanzada en 2004.
El informe señala la falta de protección de las mujeres en riesgo, el desprecio contra los familiares y la dignidad de la víctima, la «culpabilización» de las víctimas y la falta de estadísticas para comprender la dimensión y gravedad del problema.
«Aunado a la discriminación está la impunidad… y cuando los actos de violencia contra las mujeres no se investigan, sus autores los cometen y seguirán cometiendo despreocupadamente», dijo Liliana Velásquez de AI.
AI recomendó al gobierno condenar públicamente la violencia contra las mujeres, realizar investigaciones completas de todos los casos, buscar a las niñas y mujeres desaparecidas y explicar que se aplicará todo el peso de la ley a los acusados de estos crímenes.
Anunció campañas internacionales ante parlamentos, organismos internacionales, manifestaciones y cualquier mecanismo de presión para que el gobierno tome medidas sobre el tema.