Una organización de activistas estadounidenses acusó a las fuerzas de paz de ONU en Haití de haber matado un número indeterminado de civiles desarmados en un operativo en un barrio pobre de Puerto Príncipe, un hecho desmentido por los cascos azules.
El Comité de Acción Haitiana de Estados Unidos, con sede en Berkeley, California, señaló el viernes a través de su página en Internet que «el 6 de julio en Cité Soleil, Fredi Romelus recordó con lágrimas como las tropas de la ONU lanzaron una granada de humo rojo adentro de su casa y luego abrieron fuego y mataron a su esposa y dos hijos».
La denuncia se basa en un operativo realizado por las fuerzas de paz de la ONU en conjunto con la policía de Haití en una de las zonas más conflictivas de la capital haitiana.
Sin embargo la información fue desmentida por el jefe de la misión de paz de la ONU, el general brasileño Augusto Heleno Ribeiro.
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«Hay cosas en la acusación que no tienen ningún fundamento. Jamás hubo un disparo de helicóptero en la operación acá en Haití. Ahí empiezan las mentiras. Entonces la solución es esperar porque la verdad siempre va a aparecer», dijo el general Ribeiro en declaraciones a BBC Mundo.
Cité Soleil
El barrio pobre de Cité Soleil ha sido el escenario de muchos de los operativos realizados por las fuerzas de paz.
Desde el inicio de la misión en Haití, las tropas de la ONU intentan apaciguar la violencia de pandillas armadas que se refugian en barrios marginales.
Los seguidores de Aristide se sienten marginalizados.
Muchos de los enfrentamientos son contra pandillas armadas de simpatizantes del depuesto presidente, Jean Bertrán Aristide.
Anteriormente el vocero de las fuerzas de paz en Haití, mayor Alfredo Taranto, aseguró a la BBC que el operativo tuvo el objetivo de «neutralizar al liderazgo» de una pandilla violenta que operaba en Cité Soleil.
Según el mayor Taranto, las fuerzas de la ONU fueron recibidas a tiros y se vieron obligadas a responder.
Cinco personas murieron en el tiroteo, entre ellos el líder de la pandilla, Emmanuel «Dread» Wilmer, agregó.
Sin embargo, el mayor Taranto rechazó categóricamente que hubieran civiles desarmados entre los muertos.
El comando de las fuerzas de la ONU agregó que les extraña mucho que se haga una denuncia de esta índole casi 10 días después de los supuestos incidentes.
El mayor Taranto finalizó sus declaraciones a la BBC diciendo, «Cuando sucede este tipo de efecto colateral, de inmediato sale la noticia en la prensa local, lo que no ha sucedido y nos parece (la acusación) muy extraña».