MARIA LILIBETH DA CORTE
EL UNIVERSAL
El vicepresidente José Vicente Rangel acusó a Transparencia Internacional de recibir «una tarifa» para «ubicar a los países en buena, regular o mala posición» en el Indice de Percepción de Corrupción, por lo que considera que es un organismo «totalmente descalificado y mercenario, al servicio de poderosos intereses transnacionales».
«No creo ni remotamente que Venezuela esté colocada en ese escalafón que señala Transparencia Internacional, porque, repito, se trata de un informe manipulado, pero no desconozco el fenómeno», advirtió Rangel, en conferencia de prensa, desde el estado Nueva Esparta, donde ayer inauguró 4 escuelas y el inicio de la construcción de la autopista Pampatar-Juangriego.
En el informe presentado el pasado martes por Transparencia Internacional, Venezuela mantuvo por segundo año consecutivo la puntuación de 2.3 (sobre el ideal de 10), en un estudio realizado entre 159 países sobre «corrupción endémica», ubicando al país en el puesto 130.
«Hay una tarifa. Lo digo aquí claro y raspao. Esto no quiere decir que el problema de la corrupción no sea un problema que estamos atendiendo y que nos preocupa», insistió Rangel _según nota de prensa de su despacho_ tras aclarar que el Gobierno está consciente de que su peor enemigo, así como del Estado y la sociedad, es la corrupción, por lo cual su prioridad es la lucha contra ese flagelo.
Destacó que la corrupción no se observa sólo en Venezuela. «Uno de los países donde hay más corrupción en el mundo es EEUU, por ejemplo». Además, resaltó que es un problema difícil de erradicar por los «muchos tentáculos» que presenta. A su juicio, la corrupción en el sector privado tiene vasos comunicantes con la del sector público, «hay un proceso de retroalimentación», por lo que estima que «la sociedad toda debe involucrarse en una lucha a fondo» contra la corrupción.
Tenemos derecho
Rangel advirtió que Venezuela «tiene absoluto derecho» a desarrollar planes nucleares y calificó de hipócritas a las naciones que quieren condenar «a una buena parte de los países a no trabajar en el frente nuclear» con el argumento de que se están construyendo bombas atómicas.
Recordó que Chávez ha sido «claro y enfático» al señalar que sólo se trata de exploraciones con fines pacíficos. «Estamos explorando esa posibilidad (…) No hay ningún acuerdo, no se ha suscrito ningún convenio con Argentina ni con otro país», aseguró.
Insistió en que no buscan construir bombas atómicas «como ya dijo el pastor protestante Pat Robertson, que nosotros íbamos a lanzar una bomba a EEUU. Nada de eso. Eso forma parte de los fantasmas que se agitan en contra del gobierno del presidente Chávez».