Bogotá (Reuters) .- El ejército acusó del ataque a las FARC, el principal grupo rebelde izquierdista que cuenta con unos 17.000 combatientes.
El ataque se registró cerca del municipio de Vista Hermosa, en el departamento del Meta, 190 kilómetros al sur de Bogotá, en donde tropas del ejército prestaban seguridad a operaciones de erradicación manual de cultivos de hoja de coca, materia prima de la cocaína.
«Una columna del grupo narcoterrorista FARC atacó a una unidad de la brigada móvil número 12 del ejército nacional. En desarrollo del combate resultaron muertos tres sub oficiales y 25 soldados», dijo el ministro de Defensa, Camilo Ospina, en una conferencia de prensa.
El funcionario reveló que otros tres soldados resultaron heridos y uno más se encuentra desaparecido. El ejército no suministró detalles del ataque, que se produjo en horas de la madrugada.
El comandante de las Fuerzas Militares, general Carlos Alberto Ospina, reportó la muerte de tres guerrilleros durante la reacción de las tropas.
La zona del ataque históricamente ha sido controlada por las FARC, y el ejército realiza allí una fuerte ofensiva con el objetivo de desalojar a los guerrilleros y destruir extensas plantaciones de hoja de coca.
Las FARC reactivaron desde comienzos de este año sus acciones en todo el país tras una prolongada inactividad, considerada por analistas como un repliegue estratégico para soportar una ofensiva ordenada por Uribe.
CIENTOS DE MUERTOS
Unos 400 efectivos de las fuerzas armadas han muerto en lo que va del 2005, la mayoría en ataques de esa guerrilla, considerada por Estados Unidos y la Unión Europea como una organización terrorista que se financia del narcotráfico.
Uribe, quien asumió el poder en 2002 con la promesa de derrotar a la guerrilla, ordenó una dura ofensiva contra los rebeldes que incluye el aumento del gasto bélico y de efectivos.
La estrategia le permitió al gobierno recuperar el control de extensas zonas montañosas y selváticas dominadas por años por grupos armados ilegales, en medio del conflicto interno de más de cuatro décadas que deja miles de muertos al año.
Los recientes reveses de las fuerzas armadas a manos de la guerrilla desataron fuertes cuestionamientos a la política de seguridad de Uribe, quien buscará su reelección en el 2006.