Miguel Ángel ingresó a un Banorte de la colonia Bondojito para retirar 29 mil pesos en efectivo. Cuidó la espalda mientras estuvo en la fila de espera, pero la información sobre sus movimientos salió de la propia cajera.
Lizbeth Fabiola Cortés, de 22 años, se comunicó vía telefónica con su prometido, Luis Mejía Garibay, para precisar las características del movimiento bancario.
El cuentahabiente fue asaltado en una esquina mientras esperaba el cambio del semáforo. El caso fue documentado por la Procuraduría capitalina y se convirtió para esta dependencia en uno de los mil 975 usuarios de la banca asaltados durante 2005.
Para la delincuencia, el botín logrado el año pasado significó más de 49 millones de pesos, cifra ligeramente menor a los 52 millones de pesos que han robado a los bancos en los últimos cinco años.
Estadísticas de la Policía Judicial del DF dan cuenta de lo anterior y revelan que el año pasado se detuvo la tendencia al alza que se observaba en los robos a sucursales bancarias, renglón en el que no se cerraba el año delictivo en dos dígitos desde el 2001.
Las cifras indican que durante el último lustro se han registrado cada semana dos asaltos bancarios, en promedio (614 en total). El 2004 fue el año más redituable para los asaltantes (más de 13 millones y medio de pesos), aunque 2003 fue el de más asaltos, con 194 ataques sorpresa.
Bancomer y Banorte han sido los bancos más golpeados por la delincuencia (114 y 113 ataques respectivamente), mientras que las delegaciones Cuauhtémoc y Benito Juárez fueron las zonas donde ocurrieron más asaltos en dicho periodo, con 92 y 86 en el mismo orden, aunque aquí debe considerarse que Bancomer tiene el mayor número de sucursales y que las delegaciones citadas concentran la mayor cantidad de bancos.
Casi siempre el primer trimestre del año es el más complicado para autoridades e instituciones de crédito. Tan sólo en 2005 se perpetró la mitad de los asaltos entre enero y marzo.
Damián Canales Mena, jefe de la Policía Judicial, aseguró que si los bancos colaboraran más con el Ministerio Público después de cometido un asalto, habría más posibilidades de abatir este delito, con enormes beneficios para la ciudadanía.
«Seguimos teniendo obstáculos y esto es inexplicable. ¿Por qué?, porque con esta actitud se cancela toda posibilidad de hacer una persecución inmediata de los probables responsables. Si a nosotros nos dan la media filiación de los asaltantes y la lanzamos de inmediato por radio, habría posibilidades de interceptarlos en las inmediaciones, pero como se cierran hasta que venga el jurídico del banco, pues no hacen más que obstaculizar la información», explicó.
En relación con el robo a cuentahabientes, el jefe de la Policía Judicial propuso que los bancos analicen la posibilidad de aislar a sus clientes de la vista de aquellas personas que esperan turno en las cajas, lo que dificultaría al delincuente conocer quiénes retiran fuertes sumas de dinero.
Las estadísticas indican además que tres de cada cuatro asaltos los cometen entre una o dos personas y casi siempre son perpetrados a la salida del banco o en el trayecto de la sucursal al destino de la víctima.