ELENA KENNYEl Nuevo HeraldEl robo de identidad fue el delito número uno el año pasado, cuando más estadounidenses denunciaron haber perdido información personal en manos de estafadores, declaró ayer la Comisión Federal del Comercio (FTC) al revelar los resultados de su reporte anual sobre fraudes.
El Gran Miami y Fort Lauderdale ocuparon el sexto lugar en el ranking de las regiones de Estados Unidos con mayor incidencia de este tipo de delito con respecto a la población. Entre enero y diciembre del 2005, la FTC recibió 6,967 denuncias, o sea, 131.7 por cada 100,000 habitantes.
La información, revelada por Consumer Sentinel, una organización de la FTC que mantiene una base de datos de quejas por fraude, reveló que de más de 686,000 denuncias presentadas ante la agencia federal, 255,000 fueron por robo de identidad.
Estas últimas representaron el 37 por ciento del total de denuncias del 2005, el 63 por ciento restante correspondió a otras quejas por fraudes, entre ellas las relacionadas con los servicios telefónicos, ventas por catálogo, loterías y sweepstakes (sorteos) y subastas por la internet. Los productos y servicios por la internet fueron los fraudes más comunes con 46 por ciento).
»Personas poco escrupulosas están utilizando cada vez más la internet, el correo electrónico o los sitios que ofrecen productos y servicios gratis para robar datos personales en línea», explicó Roberto Bustamante, un vocero de Symantec Corp., que se especializa en productos de seguridad en la red.
En total, las pérdidas por fraudes reportadas por los consumidores estadounidenses sumaron más de $680 millones en el 2005. Como promedio, las pérdidas individuales se estimaron en $350 y la mayoría de víctimas fueron entre edades de 20-29 (21 por ciento); 30-49 (23 por ciento) y 50-59 (18 por ciento).
Las tarjetas de crédito se han convertido, por ejemplo, en el principal blanco de los ladrones de información personal. Con estos datos, pueden realizar compras como automóviles y joyas, abrir cuentas, solicitar préstamos, tramitar licencias de conducir y reclamar devoluciones de impuestos.
Pero Deborah Platt Majoras, la presidenta de la FTC, declaró que con estos informes anuales, que comparten con más de 1,400 agencias federales, estatales y de protección al consumidor en Australia y Canadá, buscan proporcionar información vital para combatir diferentes tipos de fraude.