Cuantificar el costo de la inseguridad es muy difícil por dos razones: la cantidad y complejidad de indicadores que deben ser tomados en cuenta, y la falta crónica de estadísticas en nuestro país. Lo mismo se verifica en toda Latinoamérica.
El diario The New York Times publicó una investigación realizada en los Estados Unidos por el Departamento de Justicia, con datos de 1996. La pesquisa evaluó que la pérdida debida al delito fue de unos 450,000 millones de dólares, lo que equivale al 6 % del PBI de ese país en el año.
El estudio abarca las pérdidas causadas por toda clase de delitos, desde robos a bancos hasta los ocasionados por asesinatos o violencia doméstica. Incluye una estimación de los gastos por servicios públicos y privados de seguridad, honorarios de los abogados participantes en los juicios, tiempo de trabajo perdido, gastos médicos de las víctimas, etcétera.
Más recientemente el Banco Interamericano de Desarrollo -BID- divulgó un estudio que demuestra lo que cuesta el delito en los países latinoamericanos abarcando las pérdidas materiales y en salud, el deterioro en el consumo y el trabajo, etcétera. Las cifras son coincidentes a las norteamericanas, o mayores.
El estudio no considera ciertas externalidades y situaciones de «redistribución entre países». Por ejemplo: Brasil y Colombia han perdido un caudal enorme y no cuantificado de turismo, por causa de la violencia imperante en esos países. En los peores momentos, Brasil llegó a recibir menos turistas que Uruguay. Una parte de los turistas que originalmente viajaban a Brasil desde Estados Unidos, Europa y Japón ahora visita la Argentina, Uruguay y Chile.
En general, para los habitantes del primer mundo todos los países de nuestra región son más o menos iguales. Hace pocos meses el prestigioso e influyente semanario norteamericano The Economist publicaba una nota sobre América Latina titulada «Saque un seguro de vida antes de viajar».
En Argentina, de acuerdo al BID el costo del delito se aproximaría al 7 % de su PBI. Para los demás países latinoamericanos las cifras son aún mayores -con excepciones en Chile y Uruguay- y en general más difíciles de establecer.
EL VALOR DEL NEGOCIO DE LA SEGURIDAD PRIVADA
En muchos lugares del mundo, incluyendo los EEUU, es difícil conocer el verdadero valor económico de los servicios de Seguridad Privada.
Las estadísticas más confiables de que se dispone muestran:
Región
Mercado 1999
Crecimiento (%)
Norteamérica
Europa
Resto del mundo
TOTAL
36,2
26,2
13,3
75,7
9
7
9
7,5
Valores en miles de millones de dólares. Fuente: Securitas Group – Abril de 2000
Estos datos pueden estar subvaluados. En muchos lugares del mundo, como ocurre en casi toda Latinoamérica, la diferencia entre los valores formalizados y los reales es amplia y difícil de cuantificar.
EL MERCADO LOCAL
Decíamos arriba que las cifras disponibles sobre el mercado de la Seguridad están muy subvaluadas. Esto se debe al fuerte componente de informalidad que caracteriza a este mercado, inclusive en mercados desarrollados como el norteamericano o el japonés.
Existe una gran cantidad de servicios de seguridad que se subfactura o directamente pertenece a la economía informal, inclusive en USA . En Brasil, el sector ocupa oficialmente a unos 500,000 guardias de Seguridad. En realidad se cree que existe 1,000,000 (el sector es el mayor empleador de mano de obra del país, detrás de la agricultura), aunque nadie lo sabe a ciencia cierta.
En Argentina ocurriría lo mismo (65,000 vs 120,000). En los restantes países de Latinoamérica la diferencia entre formalidad y realidad sería aún mayor, a excepción de Chile y Uruguay.
Ciertos sectores, como los de provisión de servicios de Seguridad Electrónica, seguridad contra secuestros y fraudes, protección de la información y otros, presentan muy alto grado de informalidad, de modo que las estadísticas no reflejan el valor de estos negocios ni su grado de desarrollo.
Dr. Edgardo Frigo
