Rodeados de riesgo (30 de abril al 7 de mayo 2004)
Toda actividad económica implica que el ser humanointeractúe con su medio ambiente, y por lo tanto lo modifique. El impacto que esta interacción puede teneren el corto, mediano y largo plazos constituye una preocupación creciente delos gobiernos y grupos ecologistas.
Aquí se presenta un dilema, ya planteado por EFSchumacher en su obra Lo pequeño es hermoso: si accionamos con los medios de producción sobre nuestro entornocorremos el riesgo de agotar los recursos que éste nos provee; pero si no lohacemos a la larga moriremos de mengua.
Pero entre esos dos extremos podemos movernos,siempre y cuando estemos conscientes de las consecuencias que tienen lasactividades económicas sobre el entorno.
El Instituto Nacional de Ecología de México define alriesgo ambiental como “la probabilidad de que ocurra un efecto adverso a nivelindividual o poblacional por la exposición a una concentración dada o dosis deun agente peligroso”. Este enunciadoimplica que nos encontramos ante una situación de incertidumbre sobre “laocurrencia, duración y magnitud del resultado adverso”.
El riesgo ambiental, aclara más adelante esa mismainstitución, no sólo viene dado por la eventual exposición ante sustanciaspeligrosas, sino también a procesos, acciones o eventos que puedan traer undaño para la vida humana.
El comandante del Cuerpo de Bomberos Metropolitanosde Caracas, coronel Rodolfo Briceño, comentó esta semana que los habitantes deesa urbe deben aprender a “convivir con el riesgo” que comporta el desarrolloincontrolado. Su comentario espertinente no sólo para los vecinos de la capital venezolana, sino también paratodos los integrantes de grandes conglomerados citadinos.
El altísimo riesgo en tales lugares queda enevidencia cuando comienza la época de lluvias y presenciamos tragedias más omenos grandes, como consecuencia de los deslizamientos de taludes donde lagente erigió viviendas de construcción precaria. Esta situación cobró dimensiones gigantescas en diciembre de1999, cuando un deslave dejó miles de muertos y decenas de miles dedamnificados en el estado Vargas de Venezuela.
Los modelos más conocidos para la evaluación deriesgos ambientales fueron trazados por la Academia Nacional de Ciencias y el ConsejoNacional de Investigación de Estados Unidos. Esencialmente, consta de cuatro fases: 1) identificación del peligro; 2)evaluación de la relación dosis-respuesta, mediante pruebas de laboratorio; 3)evaluación de la exposición, y 4) caracterización del riesgo.
Cuando el riesgo ha sido caracterizado, entonces esposible su manejo mediante la puesta en práctica de un conjunto de medidas quelo mitiguen o anulen. Los órganosreguladores establecen normas de manejo (caso de sustancias peligrosas), límitesde exposición, prohibiciones, etc.
Todo esto supone que en determinadas circunstanciasel riesgo es medible, es decir, es objetivo. Está allí, independientemente de los deseos o aspiraciones de los sereshumanos. Pero si el riesgo no espercibido, entonces no se transforma en un objeto de conocimiento y por ende depreocupación para el ser humano.
La existencia de los riesgos debe ser comunicada,como un primer paso para la prevención de sus consecuencias. La sabiduría popular resume este principiocon una frase contundente: “El que nosabe es como el que no ve”.
Links de interés
*Página oficial de la Agenciade Protección Ambiental de Estados Unidos. La misión de este despacho es aplicar las normas relativas a laconservación del medio ambiente, así como divulgar informaciones en torno aesta materia. Bastante completa (Eninglés).
*Este trabajo del InstitutoNacional de Ecología de México nos permite aproximarnos a las técnicas de análisis,manejo y comunicación del riesgo ambiental. Explicado en forma sencilla, para facilitar el entendimiento general (Enespañol).
*A través de esta página esposible llegar a otros enlaces especializados en la evaluación de riesgos ambientales. Una disciplina de importancia para todaactividad industrial (En inglés).