Conforman una herramienta de información y análisis que es clave para manejar todo tipo de datos. Esta propuesta permite combinar información geográfica con las bases de datos de los hechos delictivos, realizando de esta forma análisis espaciales y creando mapas de criminalidad, que sirven y orientan en el planteamiento de soluciones. A través de estos mapas, la policía podrá saber perfectamente “dónde” y “cuándo” ocurren los delitos, mejorando significativamente el rendimiento de los esfuerzos dedicados a la prevención del crimen.
Los mapas ofrecen representaciones geográficas de las zonas que poseen mayores delitos, permitiendo que esto ayude a los diferentes organismos de seguridad a proteger a los ciudadanos de manera efectiva, a responder rápidamente ante las emergencias, a analizar eventos pasados y predecir los futuros. La incorporación de datos, información, conocimiento, acción y evaluación forman parte del mapeo criminal, el cual permite:
• Analizar, identificar problemas y conocer tendencias.
• Evaluar esfuerzos de los organismos de seguridad.
• Compartir información y combinarla con otros antecedentes.
• Crear mapas de localización y concentración de delitos, para elaborar estrategias de patrullaje y vigilancia.
• Crear mapas de alta complejidad para observar y encontrar tendencias relacionadas con la actividad criminal.
• Emplear los mapas como una herramienta para “cazar” a los delincuentes.
• Difundir para prevenir