Desde que el presidente venezolano Hugo Chávez Frías ofreció su papel como mediador para llevar a cabo un acuerdo humanitario en Colombia, las relaciones diplomáticas con su homólogo colombiano Álvaro Uribe se tornaron tensas, dando incluso por terminado el proceso de mediación. Sin embargo, hace pocos días, Uribe bajó las tensiones y la tónica de confrontación, afirmando que no se puede olvidar que, por encima de todo, ambos países son hermanos.
¨Con la hermana República Bolivariana de Venezuela toda la prudencia. Nada nos puede hacer olvidar que somos hermanos, en la historia, en el presente, en el futuro¨, alegó Uribe en un discurso ante empresarios que fue divulgado por la presidencia colombiana. Asimismo, el Gobierno colombiano agregó que con este país, manejarían todo con cautela, teniendo presente que el comercio no siempre puede reducirse a una actividad específicamente mercantil.
El Ministro de la Defensa, Juan Manuel Santos, hizo énfasis en el tema militar, y enfatizó que no se tiene planteado aumentar la capacidad en este sentido, sino más bien repotenciar lo que ya tienen para ¨no tener que tirar los aviones como chatarra¨. Confirmó la modernización de fragatas de la Armada, con la incorporación de nuevos equipos, ya que la compra de embarcaciones resultaría ¨muy costoso¨
La Conferencia Episcopal de Colombia también estuvo en la misma línea de Uribe y coincidió en la hermandad de ambos pueblos. ¨Nos preocupa el creciente deterioro de las relaciones con Venezuela. Somos dos pueblos hermanos, con una historia común, con relaciones económicas, sociales y culturales y con una población de nacionales que viven y trabajan en uno y otro país¨, exhortó el Episcopado.
En los últimos días, miles de colombianos han paralizado calles y avenidas de las principales ciudades del país para protestar contra las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y solicitar el cese del secuestro, del terrorismo y la violencia. También pidieron por la liberación de los demás cautivos. Sin embargo, en otras ciudades como Madrid, París, Londres, Ginebra, Berlín y Tokio también salieron a las calles para responder a este llamado de protestas que fue convocado a través de la red Internet.
La única arma con la que contaban los manifestantes era su voz, con la que proclamaron frases como ¨a Colombia la queremos viva, libre y en paz¨, ¨no más violencia, no más secuestros¨, o ¨sí a la libertad, sí a la vida, Colombia sin FARC¨.