Militares de élite con experiencia en formar escudos humanos en torno de reyes, presidentes y líderes mundiales que han visitado México, serán los encargados de la seguridad de los candidatos presidenciales.
Los elementos del Estado Mayor Presidencial (EMP) que sean seleccionados cuidarán de los aspirantes minuto a minuto, sin importar los riesgos que enfrenten en el desempeño de su labor.
De acuerdo con especialistas en la materia, los elegidos serán militares con grado de teniente coronel, amplia preparación cultural y conocimiento de algún idioma extranjero, alta calificación en técnicas de resucitación cardiopulmonar, así como dominio «con destreza destacada» en el uso de armas de fuego.
Otra de las características que serán consideradas es la habilidad para «rastrear» lugares y ubicar «sospechosos».
A finales de noviembre la Secretaría de Gobernación entregó a los presidentes de partidos políticos un esquema de seguridad personal para sus abanderados, en el cual el EMP se encarga de esa labor.
Hasta ahora únicamente los candidatos del PAN, Felipe Calderón, y de Alternativa Socialdemócrata y Campesina, Patricia Mercado, han aceptado la protección.
Los candidatos del PRI y del PRD, Roberto Madrazo y Andrés Manuel López Obrador, tienen actualmente servicios propios de seguridad. Sus partidos han señalado que responderán al ofrecimiento cuando arranquen sus campañas.
De acuerdo con estimaciones del presidente de la Federación Panamericana de Empresas de Seguridad Privada, Eduardo Castorena, proveer de servicio de escolta a un candidato presidencial costaría 350 mil pesos mensuales más viáticos.
Sobre el tema, el consejero político de la embajada de Israel en México, Gil Artzyeli, dijo que en su país ningún candidato rechaza la seguridad oficial y sus costos se consideran una inversión «para que las elecciones sean definidas por los votos y no por las balas».
