Desierta licitación de fusiles para francotiradores en Colombia

Caída de licitación de fusiles no deja entrar en acción a francotiradores aéreos de Ejército y FAC
El Ministerio de Defensa la declaró desierta, pues las tres empresas que presentaron propuestas no cumplian con los requisitos técnicos exigidos.
Eso ocurrió el 22 de diciembre pasado, cuando la cartera de Defensa, a través de la resolución 2316, declaró desierta la licitación 013, cuyo objetivo era adquirir más de 400 fusiles calibre 7,62 milímetros, para francotirador, de cerrojo o semiautomático, con características adecuadas para las condiciones del combate en Colombia.
Desde entonces, quedó temporalmente congelado uno de los programas más novedosos que han puesto en marcha las Fuerzas Militares: el de francotiradores. Se trata de una táctica que, cuando entre a operar plenamente, podría producir cambios significativos en la conducción del conflicto interno.
Los fusiles que se iban a comprar con la fallida licitación, por un valor de 9.000 millones de pesos (casi 3 millones de dólares), servirían para dotar a los grupos de francotiradores con que cuentan el Ejército y la Fuerza Aérea Colombiana.
Estos grupos especiales, que fueron preparados desde hace aproximadamente tres años y medio, buscan lo que en términos de guerra se denomina «efectividad en un objetivo o blanco lucrativo».
¿Qué pasó?
El Ministerio de Defensa abrió la contratación directa con pluralidad de ofertas para la compra de los fusiles el 31 de agosto del año pasado.
A la convocatoria respondieron tres oferentes: las estadounidenses ArmaLite y Amchar, y la israelí IWI.
La primera y la tercera ofrecieron los fusiles AR-10T y Galatz, respectivamente, semiautomáticos (disparan varios tiros sin necesidad de recargar), con proveedores de 20 tiros y utilizados por años en operaciones especiales por las fuerzas militares de países como Estados Unidos, Pakistán y Afganistán.
Amchar, por su parte, ofreció el M24sws, un fusil de cerrojo (dispara tiro a tiro y debe ser recargado), producido por Remington, con proveedor de seis tiros.
El pasado 22 de diciembre, el Ministerio de Defensa decidió declarar desierta la licitación con base en los informes de los comités jurídico, económico y técnico.
Luis Neira, secretario general del Ministerio, aseguró que ninguna de las propuestas cumplió con los requisitos técnicos que se pedían.
ArmaLite, por ejemplo, no presentó, según Neira, un anexo técnico indispensable para determinar el comportamiento de esa arma.
Amchar no presentó un certificado de experiencia en el que constara que la firma ya había vendido en el mercado una cantidad considerable de los fusiles que se pedían.
Así mismo, IWI fue descalificada porque no cumplía las especificaciones de medidas del cañón y mira telescópica.
Por ahora, debido a que la licitación fue declarada desierta, estos grupos tendrán que esperar para entrar en acción. Sin embargo, el Ministerio de Defensa abrirá en menos de 20 días una nueva convocatoria a través de la Industria Militar (Indumil).
Evitar daños colaterales
Hace tres años y medio, las Fuerzas Militares escogieron a 35 de sus mejores hombres especialistas en tiro. Desde ese momento, están siendo preparados para una de las tácticas más novedosas que las FF.MM. están poniendo en marcha en el campo de batalla.
Desde un helicóptero en movimiento los francotiradores se encargarán de acertarles a blancos importantes de la guerrilla durante operativos o combates.
La idea surgió luego de la muerte de 18 civiles en Santo Domingo (Arauca), como consecuencia de un bombardeo de la Fuerza Aérea mientras combatía contra guerrilleros de las Farc.
El grupo de francotiradores aéreos se creó para tratar de evitar estos errores.
En términos sencillos, las FF.MM. buscan evitar los llamados daños colaterales a civiles y dar de baja a blancos significativos para los grupos armados ilegales.
REDACCIÓN JUSTICIA

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