El Perú y Chile prueban sistema para mejorar control en frontera
Policías de ambos países establecerán un solo registro para paso de los viajeros. Los dos países estiman que el sistema estaría en pleno funcionamiento recién en el 2008
Por Moisés Ávila Roldán, Corresponsal
SANTIAGO DE CHILE. Son las 8 de la mañana de un lunes cualquiera en la frontera del Perú con Chile. Centenares de ciudadanos de ambos países se agolpan en los puestos de control para tratar de pasar al otro lado. Quienes salen de Tacna son controlados primero por la Policía Nacional del Perú en el puesto Santa Rosa. Luego, unos metros más allá, los carabineros los aguardan en el control de Chacalluta, para los trámites de ingreso a Chile. Esta sucesión de controles le demanda al viajero varias horas.
Conocedores de la importancia del flujo migratorio y comercial entre el sur peruano y el norte chileno, las autoridades de ambos países tienen la intención de mejorar esta situación.
Por ello, desde hace varios meses, se realizan ejercicios de control integrado, para que los viajeros sean registrados solo en el país de llegada y por funcionarios de ambos países trabajando juntos.
Es decir, aquel que salga de Tacna no será revisado en el Perú sino en Chile, por efectivos peruanos y chilenos de migraciones, aduanas y servicio agrario. Lo propio ocurrirá con aquellos ciudadanos que vengan de Arica. No tendrán que detenerse en territorio chileno sino que solo serán registrados en el Perú por efectivos de las dos naciones.
Las autoridades binacionales han denominado esta modalidad como yuxtapuesta. Por ejemplo, el viajero que sale de Tacna, al llegar a Chacalluta, entregará su documento al efectivo de migraciones del Perú, quien registrará su salida del país. Inmediatamente después, el documento lo toma el funcionario chileno para anotar el ingreso en su territorio. De la misma manera trabajarán aduanas y los servicios de sanidad agraria de los dos países (Senasa del Perú y SAG de Chile).
PRIMER TROPIEZO
La semana pasada se realizó un simulacro de tres días, con el fin de detectar cuáles son las principales falencias del sistema que se busca instalar. El resultado del primer día no fue alentador.
Enormes filas de autos y público amontonado en las ventanillas de atención en ambos complejos fueron las principales características del ensayo. A pesar de que el chequeo se realizaba en un solo sitio, la atención fue lenta y tediosa.
Una compatriota, identificada como Hilda Maldonado, reveló que debió esperar más de una hora para ingresar a Chile. «Las colas fueron eternas», aseveró. Otros viajeros incluso consideraron que hubiera sido mejor detenerse en los dos lados.
Al finalizar el tercer día de ensayo, las autoridades de ambos países se reunieron para analizar las fallas observadas en el proceso. Todos coincidieron en señalar que el principal problema se encontraba en la infraestructura, sobre todo en la del puesto peruano. El control de Santa Rosa apenas cuenta con una ventanilla y una pista de un solo carril, lo cual dificulta la labor de las autoridades.
En declaraciones a El Comercio, el cónsul del Perú en Arica, Jorge Salas, explicó que las limitadas instalaciones en ambos puestos de control ocasionaron que la gente estuviera amontonada por algunos momentos. «Por ello estamos construyendo un puesto fronterizo mucho más grande en Santa Rosa, el cual deberá estar terminado en marzo y permitirá agilizar las tareas», explicó.
Esto iría de la mano con la ampliación del puesto chileno de Chacalluta. Los representantes de los dos países estiman que el sistema estaría en pleno funcionamiento recién en el 2008.
De acuerdo con Salas, para que esto empiece a tomar forma, es necesario primero firmar un convenio específico que sirva como instrumento jurídico bilateral. Este se encuentra en plena negociación.
Por su parte, el gobernador de Arica, Guillermo Corrales, salió al frente de las críticas y refirió que el estudio que se hizo del último ejercicio efectuado en el 2006 demostró que el tiempo de demora era menor en ambos pasos fronterizos, bajo el nuevo sistema que se busca implementar.
La próxima práctica conjunta se llevará a cabo en julio. En tanto, los más de diez mil peruanos y chilenos que cruzan a diario la frontera, ya sea para hacer negocios, ir de compras o pasar el día, deberán seguir haciéndolo bajo el modo tradicional.