El fin de una larga espera
El rescate de la ex candidata presidencial, Ingrid Betancourt, y de otros 14 rehenes en poder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) puso punto final a una larga historia llena de mucha polémica, negociaciones de canje, protestas, opiniones encontradas e incertidumbre.
Betancourt se encontraba secuestrada desde el 23 de febrero del 2002, y fue rescatada, junto a 3 ciudadanos estadounidenses y otros 11 secuestrados, en una operación de inteligencia militar colombiana denominada “Jaque”, la cual se llevó a cabo en una zona selvática del departamento de Guaviare, en el Suroeste de Colombia. Más tarde, los 15 liberados serían trasladados a la base aérea de Tolemaida, en el departamento El Tolima, a menos de 190 kilómetros de Bogotá.
A diferencia de la ex candidata, los tres norteamericanos Keith Stansell, Marc Gonsalves y Thomas Homes cayeron en manos de las FARC en febrero del 2003, mientras se encontraban recogiendo información acerca de las plantaciones de droga en las selvas del Caquetá. Laboraban para la firma contratada por el Departamento de Defensa de Estados Unidos: California Microwave Systems. Sin embargo, no fueron pasados por alto por la guerrilla e inmediatamente los acusaron de ser espías de la Agencia Central de Información (CIA, por sus siglas en inglés).
En sus primeras declaraciones, Betancourt afirmó que si las Fuerzas Militares colombianas no hubieran tomado ese riesgo, “probablemente quién sabe cuántos años más” hubiesen permanecido en ese calvario. El ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, reveló algunos detalles del operativo, el cual estuvo inspirado, según información publicada en la Revista Semana, en el efectuado por las FARC-EP hace 5 años, cuando fueron capturados los diputados del Valle.
Santos recalcó que continuarán “trabajando en la liberación de los demás secuestrados” e hizo un llamado a los actuales cabecillas de las FARC para que “no se hagan matar, liberen a los otros secuestrados y no sacrifiquen a sus hombres”. Mientras tanto, el presidente francés Nicolás Sarkozy alegó que ese día se terminó “un calvario de más de seis años” y confirmó que el estado de salud de Betancourt era bueno.
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional en Washington, Gordon Johndroe, confirmó que el gobierno de Estados Unidos también había colaborado y proporcionado apoyo específico a la operación “Jaque”. “Este rescate lleva mucho tiempo planeándose, y nosotros trabajamos con los colombianos durante cinco años”, agregó.
Para el momento del rescate, el presidente colombiano Álvaro Uribe se encontraba en la ciudad de Cartagena para atender la visita del candidato republicano a la presidencia de EE.UU., John McCain. “Está cerca el final de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia”, manifestó.