Cualquier tarjeta de pago o débito puede ser vulnerada si se considera que «la ocasión hace al clonador». Según Raúl Monge, académico del Departamento de Informática de la Universidad Federico Santa María, una tarjeta puede ser clonada principalmente en 2 casos de uso: cuando se utilizan en un cajero automático o en un punto de venta.
» Prefiera cajeros que le son familiares y gozan de buena vigilancia. Un cajero en un banco, en general, tiene mejor seguridad que en locales comerciales con poca vigilancia.
» Acuda donde haya una cámara de seguridad a la vista, pues disuade a los delincuentes a usar ese cajero para cometer un fraude.
» Observe cuidadosamente la ranura donde se introduce la tarjeta. Tenga cuidado si existen señales de calentamiento, pues eso podría significar que se ha insertado algún dispositivo de clonación. También si la apariencia del cajero no le es familiar, pues puede significar que se ha instalado un «skimmer».
» Revise si existe más de una cámara en el lugar en que se encuentra el cajero. Se podría haber instalado una cámara adicional para grabar la digitación de su clave.
» Evite pasar la tarjeta a un empleado de un comercio. Si no es posible, no pierda de vista cómo su tarjeta es manipulada por el empleado. Este puede disponer de un «skimmer» portátil y leer la banda magnética sin que usted se dé cuenta.
» Verifique quién está detrás de usted. A veces la clave puede ser copiada si alguien cerca de usted tiene contacto visual directo con el teclado donde usted la digita.
Fuente: seguridadenamerica.com.mx