El crimen organizado: una incómoda verdad
Definir el término de crimen organizado resulta muy complejo, sobre todo por la estructura con la que cuentan estas organizaciones criminales, donde hay muchos códigos y secretos. Hay un problema de acceso a fuentes confiables en este tema, la naturaleza ilegal y altamente secreta del fenómeno, implica grandes dificultades para obtener información veraz de primera mano sobre su real funcionamiento. El estudio más clásico sobre el crimen organizado, son los trabajos de Donald Cressey, su enfoque es de tipo sociológico y sus fuentes son antiguos miembros de las mafias Italo-Americanas.
Jurídicamente el código penal define lo que es el crimen organizado. Se entiende por este término a colectividades socialmente organizadas que desarrollan actividades delictivas con fines de lucro, se diferencia de la delincuencia común debido a una serie de procesos de evolución y perfeccionamiento, mas aun con el advenimiento de la sociedad de la información, varios son los factores que nos indican que estamos frente al crimen organizado, como que:
1. Su accionar rebasa los controles gubernamentales.
2. Establecen líneas muy complejas de operaciones, basadas en un sistema tipo empresarial.
3. Se manejan por códigos y conductas muy rígidas.
4. Persiguen por medios de determinadas acciones violentas la búsqueda del poder económico, social.
5. En algunos casos buscan también manipular desde fuera el control político, comprando conciencias.
6. Una fuerte especialización en ámbitos específicos como el tráfico de drogas, armas, secuestros o blanqueo de dinero.
7. Hoy cuentan con un sofisticado manejo de información ilegal
El crimen organizado cruza las fronteras y sus acciones se relacionan con los distintos tipos de amenazas de carácter global, para poder enfrentar esta forma de criminalidad, será necesario contar con una perspectiva y visión transnacional, ello significa coordinar políticas locales y globales, el crimen organizado tiene un objetivo esencialmente económico. Sin embargo, para poder manejar estos recursos ocupa la extorsión y la violencia como sus armas fundamentales. Estas características son las que representan el mayor riesgo para nuestras sociedades.
El crimen organizado posee una fuerte coherencia interna, altos grados de especialización y sofisticación, esta permanentemente en búsqueda de poder reclutar para sus filas a funcionarios públicos de todos los niveles del Estado, buscan tener una apariencia de legalidad en sus empresas que son ilegales, aunque normalmente penetran en empresas legitimas en los últimos años, buscan tener un contexto de estabilidad, además de formas de influencia que les permita un marco de impunidad para el desarrollo de sus acciones.
El crimen organizado es hoy mas discreto que en los años 30, donde Al Capone en Chicago fue su máximo exponente. Aunque hoy funciona básicamente con los mismos códigos y preceptos, posee una estructura jerárquica, hay una cabeza que planifica y define los objetivos, esta estructura de mando sin embargo, adquirió en los últimos años una mayor flexibilidad, ya que al apresar a sus principales cabecillas, la organización tenia que seguir funcionando.
Hoy se dispersan y fragmentan, generando en forma inmediata un segundo y hasta tercer nivel de nuevos mandos de autoridad, continuando así sus actividades ilícitas, haciendo con ello mas complejo la tarea de represión. Es fundamental crear, desarrollar y mantener procesos de confianza para enfrentar la criminalidad organizada, sin la debida confianza aparecerán obstáculos difíciles de superar, es importante el intercambio de experiencias, de información y el compartir visiones integrales, sobre el impacto del crimen organizado en la seguridad internacional, así como los efectos que este tipo de delincuencia posee sobre la seguridad publica y ciudadana.
Finalmente, el crimen organizado produce distintos tipos de daños. Sobre las personas, comunidades, los negocios, las instituciones y la democracia, es el Estado al que le corresponde saber enfrentar a esta delincuencia organizada.