Días después del terremoto ocurrido en el Pacífico, frente a las islas Tonga y Samoa, y de un tsunami que dejó aproximadamente unos 150 muertos, una nueva tragedia ocurre. Un sismo de magnitud 6,3 se produjo en la misma zona, aumentando la cifra de muertos a 1.100, según declaración del secretario general adjunto de la ONU, John Holmes.
Todos los Gobiernos deberían contar con un plan de contingencia actualizado ya que es una herramienta muy valiosa que, basada en un análisis de riesgo, nos permitirá ejecutar un conjunto de normas, procedimientos y acciones básicas de respuesta que se deben tomar para afrontar de manera oportuna, adecuada y efectiva la eventualidad de incidentes, accidentes y/o estados de emergencias. Cuando se trata de eventos naturales, como el ocurrido en el Pacífico, también debe tenerse a la mano un plan de contingencia, aún sin saber que éste incidente va a ocurrir. Simplemente el impacto del riesgo podría ser menor.
En un plan de contingencia se planifican y describen las actividades para controlar y dar respuesta rápida a las emergencias que puedan presentarse. Paralelo al plan, deben identificarse los distintos tipos de riesgos que potencialmente podrían ocurrir e incorporar una estrategia de respuesta para cada uno. Algunos objetivos específicos son:
1. Establecer un procedimiento formal y por escrito que indique las acciones a seguir frente a determinados riesgos.
2. Optimizar el uso de recursos humanos y materiales.
3. Definir un control adecuado para cumplir con las normas y procedimientos establecidos.
Los planes de contingencia son necesarios en todos los países y no deben dejarse a un lado en el tema de la seguridad. Haciendo una síntesis para su elaboración la podríamos dividirlo en cinco etapas.
1. Evaluación
2. Planificación
3. Pruebas de viabilidad
4. Ejecución
5. Recuperación
Las tres primeras etapas hacen referencia al componente preventivo y las últimas dos a la ejecución del plan, una vez ocurrido el siniestro. Queda claro que lo único que permite que una institución, empresa o persona pueda reaccionar de manera adecuada ante una crisis de seguridad, es mediante la elaboración, prueba y mantenimiento de un plan de contingencia.
Redactado por el Equipo Editorial de Segured, con información extraída del colaborador César Ortiz Anderson.