«Escena del crimen»: la evidencia nunca miente. Así se promociona una serie estadounidense de televisión que se ha convertido en un fenómeno de audiencia y que -a la vez- ha contribuido a crear falsas expectativas sobre la ciencia forense.
La serie ha alcanzado gran popularidad tanto en EE.UU. como en Europa y América Latina.
Esta es la opinión de un grupo de especialistas manifestada en el encuentro anual de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS, por sus siglas en inglés), que se desarrolla en Washington.
Expertos forenses dijeron que como resultado de la serie las solicitudes de análisis de laboratorio se han disparado en los casos de investigación de delitos, y se han creado expectativas poco realistas sobre las posibilidades de estas pruebas.
Igualmente abogados temen que el éxito de la serie de televisión tenga una influencia negativa en los jurados de los tribunales de justicia al generar «una visión distorsionada» sobre la manera en que se utilizan las evidencias forenses.
En el lugar de los hechos
La serie televisiva (cuyo nombre original es Crime Scene Investigation, CSI) aborda el trabajo de expertos forenses que realizan los más exhaustivos estudios para poder identificar a los culpables de crímenes.
Un equipo de científicos localiza las evidencias directamente en el lugar de los hechos; luego las procesa en sofisticados laboratorios, y más tarde las interpreta con su inteligencia de criminólogos.
El programa, con sagas en Las Vegas, Miami y Nueva York, ha alcanzado gran popularidad tanto en Estados Unidos como en Europa y América Latina.
Efecto CSI
«El efecto CSI (Crime Scene Investigation) es básicamente la percepción de que la ciencia forense es infalible», lo cual no se corresponde con al realidad, dijo Max Houck, profesor de la Universidad de Virginia Occidental.
Ya se habla del efecto CSI.
«La popularidad de la serie hace que la vea todo el mundo, incluso policías y fiscales, y las solicitudes de pruebas de laboratorios se han disparado hasta niveles insostenibles», añadió Houck, quien imparte ciencia forense.
La Asociación de Forenses de EE.UU. dio a conocer que hay entre 200.000 y 300.000 peticiones pendientes de pruebas de DNA en laboratorios de ese país.
La cifra constituye sólo el 10% del total pendiente de solicitudes de pruebas.
Para la patóloga forense, Patricia McFeeley, ahora hay mayor insatisfacción que antes en las familias de las víctimas sobre el manejo de la investigación de los casos criminales.
En televisión, por ejemplo, los resultados de las pruebas toxicológicas se obtienen de inmediato. En la vida real pueden demorar meses
Patricia McFeeley, patóloga forense
«En televisión, por ejemplo, los resultados de las pruebas toxicológicas se obtienen de inmediato. En la vida real pueden demorar meses, pero cuando las personas se enteran de esto, su insatisfacción se hace evidente», explicó.
McFeeley añadió que «existe temor entre los fiscales de que el efecto CSI afecte la labor de los jurados pues éstos se cuestionan por qué toda evidencia no pasó por el laboratorio cuando en realidad no toda evidencia tiene que ser procesada en esos lugares».
Pero el efecto CSI tiene también su lado positivo, en opinión de los especialistas. Por ejemplo, los cursos universitarios que imparte Houck se han vuelto populares.
«Mi curso empezó en 1999 con cuatro estudiantes. Hoy es de los más populares en la universidad y tiene 400 estudiantes», argumentó.