Posada podría quedar en arresto indefinido

WILFREDO CANCIO ISLA
El Nuevo Herald
El militante anticastrista Luis Posada Carriles podría permanecer bajo arresto indefinido en Estados Unidos y evitar la deportación a Venezuela, aunque el desenlace de su caso de inmigración tendrá que esperar al menos otras dos semanas.
Al concluir ayer el juicio contra Posada en un tribunal de El Paso, Texas, el juez William L. Abbott advirtió que hay elementos suficientes para considerar la permanencia de Posada en territorio estadounidense, y dijo que emitirá su veredicto en las próximas dos semanas.
»Estamos seguros en un 99 por ciento de que el juez está inclinado a postergar la deportación», manifestó el abogado Matthew Archambeault, que representa a Posada.
La decisión de Abbott de no enviar a Posada a Venezuela estaría basada en la Convención contra la Tortura (CAT), que impide la entrega de prisioneros para ser juzgados en países donde recibirían tratos denigrantes. Con anterioridad, el tribunal ya había acordado declinar la opción de deportarlo a Cuba, invocando el CAT.
En la jornada del lunes en El Paso, la representación del Departamento de Seguridad Interna (DHS, por sus siglas en inglés) apenas tomó unos minutos para dar a conocer su declaración en torno a Venezuela. A comienzos de este mes, la fiscalía había pedido al juez Abbott tres semanas para llegar a una posición firme sobre la alternativa de entregar al detenido a las autoridades venezolanas.
En su declaración, la abogada Gina Garrett-Jackson, consejera asistente del DHS, manifestó ante el tribunal que no existe evidencia para afirmar que Posada sería torturado en Venezuela, pero expresó su preocupación por la situación de los derechos humanos y el comportamiento del sistema judicial en ese país sudamericano.
Garrett-Jackson señaló también las dudas existentes en Washington sobre la posibilidad de que Posada, de 77 años, fuera entregado por Venezuela a Cuba.
Pero el gobierno declinó presentar testigos para contrarrestar el testimonio del abogado venezolano Joaquín Chaffardet, quien fue clave en la estrategia de la defensa para esgrimir el CAT respecto a Venezuela.
»No tengo idea de la razón por la cual el gobierno no presentó testigos», indicó Greg Gagne, un vocero de la Oficina Ejecutiva de Revisión Inmigratoria (EOIR).
El gobierno de Venezuela criticó ayer duramente el proceso seguido en El Paso y condenó «la doble moral de la administración Bush en la denominada guerra contra el terrorismo».
»En vez de proceder con la extradición de este terrorista confeso para ser juzgado en Caracas por asesinato, el gobierno de EEUU ha convertido el caso en un asunto leve de inmigración», expresó el comunicado de la embajada de Venezuela en Washington, D.C.
Venezuela pidió formalmente la extradición de Posada el pasado 15 de junio, responsabilizándolo de la voladura de un avión cubano con 73 pasajeros a bordo, en 1976.
Pero un dictamen de Abbott suspendiendo la deportación sería un duro golpe al proceso de extradición, que está en manos del Departamento de Justicia. La decisión judicial podría llevarse ante el Tribunal de Apelaciones de Inmigración, en Virginia.

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