Por Felipe de Jesús González
¿Sabe usted qué tienen en común Marta Sahagún, Roberto Madrazo y Andrés Manuel López Obrador, más allá de que cada uno desea alcanzar la Presidencia de la República?
Son egocéntricos, explosivos, autoritarios, poco transparentes y medianamente honestos. Estas características no las definen ni sus simpatizantes ni sus detractores, sino una ciencia tan antigua como precisa denominada Grafología.
Un análisis grafológico realizado por un experto, a las firmas de 12 políticos con aspiraciones presidenciales, revela grandes coincidencias entre unos y otros, sin importar su partido político.
Y de todos ellos, el que es muy honesto, es poco contundente; el que es muy contundente, es poco transparente; el que es buen administrador, es mal tomador de decisiones.
Dadas las circunstancias, en el 2006 los mexicanos tendremos que elegir quizá un presidente eficiente, pero no muy honesto; un buen administrador, pero poco político o un hombre altamente honesto con dificultades para lograr hechos concretos.
Acostumbrados que estamos a que el Presidente de la República sea la panacea para todos nuestros problemas, el análisis revela que todos los precandidatos tienen fortalezas y debilidades y en parte la diferencia la hará su equipo de trabajo.
Confucio solía decir: “La escritura puede mostrarnos si la persona es de nobleza o vulgar”, y hoy la Grafología, que ya se practicaba de manera incipiente dos mil años antes de Cristo en la India, China y Grecia, precisa claramente los rasgos psicológicos que se esconden bajo una firma debido a su dimensión, forma, presión, velocidad, dirección, ubicación y continuidad.
Establecer si la firma se “carga” hacia el lado izquierdo o al lado derecho, hacia arriba o hacia abajo; si tiene cortes o si es firme, ayuda a saber si la persona es sensible, creativa, intuitiva, vulnerable, nerviosa, voluble, equilibrada, racional, analítica, pragmática, realista o torpe para salir adelante en situaciones imprevistas.
En algunos países, como España, la Corte recurre a los grafólogos para realizar estudios sobre personas que están sometidas a juicio y en Estados Unidos esta herramienta es utilizada en los servicios de inteligencia para combatir la criminalidad. Las grandes compañías internacionales contratan grafólogos para realizar sus cabildeos como forma de allegarse información para la toma de decisiones.
El análisis de las firmas fue realizado a solicitud de La Revista por el psicólogo Jorge Alejandro Rojas, quien cuenta con una especialidad en estudios de Grafología por el Instituto de Estudios de Inteligencia de los Estados Unidos y en Administración de Negocios por la Universidad de Texas.
¿En qué se parecen?, ¿En que son diferentes?
Análisis grafológico de los precandidatos
1.- Marta Sahagún de Fox
Su honestidad es media y su transparencia, baja. Puede llegar a presentar una disociación entre ser una persona destacada en el área administrativa, sin ser destacado como político o estadista. Tiene dificultades para administrar sus emociones.
Recientemente cambió la forma de su firma y en cuanto a personalidad registra también cambios significativos, derivados de participar en una transición democrática; su propio matrimonio es un cambio, su estatus de poder es un cambio.
Sus rasgos denotan una alta capacidad en el área administrativa y como realizador de proyectos, aunque contrasta con un bajo enfoque hacia la atención a las personas y el cumplimiento de promesas.
Su potencial en el área de administración se ha desarrollado al área asistencial y no a la ayuda productiva, lo cual le dificulta demostrar resultados concretos.
Es una persona explosiva y autoritaria, con un enfoque medio a la toma de decisiones. Su enfoque como estadista es bajo.
2.- Santiago Creel Miranda
Llama la atención en su firma una alta concentración en la honestidad y en la responsabilidad ciudadana. Sin embargo, denota un bajo enfoque a dar resultados concretos y un enfoque medio en el ámbito de la toma de decisiones
Destaca su alta responsabilidad ciudadana porque a pesar de ser una persona que puede no llegar a contar con elementos como administrador o estadista, tiende a incorporar un equipo para completar su misión.
No se refleja como un realizador sino que está más enfocado a proyectos; le cuestan los números y los resultados.
Es poco explosivo y autoritario y su enfoque como tomador de decisiones es medio. En cuanto a su vida pública y privada, es medianamente transparente.
3.- Felipe Calderón Hinojosa
Sobresale en su firma una alta concentración a hechos concretos y tiene un perfil que puede considerarse como de estadista. La parte numérica, de control, de hechos la tiene muy sólida.
Lo que no tiene muy desarrollado es la parte de acercamiento con las personas, de sensibilidad; es una persona un tanto fría y por eso su apego a números y resultados.
Le falta calidez, es extremadamente reservado y tiene un enfoque medio a la transparencia.
Frío en su expresión, pero muy enérgico en sus acciones y toma de decisiones.
4.- Francisco Barrio Terrazas
Su firma revela que es un buen generador de proyectos, tiene muy buenas ideas, es visionario, pero no se perfila como un gran estadista o administrador. Tiene débil su perfil de resultados concretos y de toma de decisiones.
Es muy emocional, un tanto visceral en su reacción, muy emotivo en sus acciones.
Su transparencia y honestidad es media y suele ser autoritario y explosivo.
5.- Carlos Medina Plascencia
En su firma hay una alta concentración de honestidad y responsabilidad ciudadana; se perfila como un buen estadista, pero en la parte de su carácter es una persona muy emotiva y eso puede influenciar la toma de decisiones.
En ocasiones puede explotar su parte racional numérica y en ocasiones puede predominar su parte emocional.
Su perfil es de buen administrador, estadista, tomador de decisiones, pero propenso a caer en lo visceral.
Su nivel de transparencia es media, como lo es su acercamiento con la gente. Su enfoque al cumplimiento de promesas es medio.
6.- Roberto Madrazo Pintado
De este político hay tres aspectos que destacan: una alta concentración de proyectos, una alta concentración de autoritarismo y una alta concentración de toma de decisiones.
Es un arrancador de proyectos, algunos muy ambiciosos, muy contundentes, pero no necesariamente puede darles continuidad. En su vida pública reciente ha iniciado proyectos, como la recuperación de su partido, pero no tiene los elementos para consolidarlo, para ir más allá. Arranca pero no continúa sus proyectos.
Es altamente capaz de tomar decisiones, buenas o malas, ¿pero qué sigue después de esas decisiones? es la parte que tiene que trabajar.
Aparece como un buen administrador de sus emociones, al que nunca se verá enojado, siempre tranquilo, aunque por dentro esté hirviendo de coraje. Esa situación tiene influencia en la toma de decisiones: con o sin consensos, él toma decisiones.
Su honestidad y transparencia son bajas.
7.- Miguel Alemán Velazco
Este político se orienta al perfil de estadista: es una persona enfocada a hechos concretos, a números, tiene muy sólida esa parte y es buen administrador.
Su acercamiento con la gente es distante y su responsabilidad ciudadana media, pues su enfoque es más racional, más interesado en el cumplimiento de sus compromisos.
Tiene un perfil conciliador, pues no es ni explosivo ni autoritario.
8.- Arturo Montiel Rojas
Se refleja como una persona enfocada a hechos concretos y a resultados y números, pero tiene pendiente por trabajar en la transparencia y la honestidad.
Es un tomador de decisiones innato, pero no está claro qué tanto puede influir el costo beneficio de tomar una decisión y qué tan transparente va a ser para el ciudadano.
Es más racional que emocional; autoritario y explosivo.
9.- Manuel Angel Núñez Soto
Es una persona enfocada a proyectos más que a resultados concretos. En su firma no hay un perfil de buen administrador ni se enfoca a hechos tangibles. Tiene un ingrediente medio de honestidad.
Es un político de grandes proyectos, altamente innovadores, muy creativos, pero sin concreción.
Su responsabilidad ciudadana es media, por lo que no es dado a rodearse de personas capacitadas que le puedan dar resultados en las áreas débiles de su perfil político.
10.- Andrés Manuel López Obrador
Altamente enfocado a proyectos y a toma de decisiones, pero no necesariamente es un buen administrador. Le cuesta la transparencia: puede tomar decisiones de gran envergadura, pero no es transparente en los detalles.
Es una persona muy explosiva y autoritaria, rebasado en la toma de decisiones por la facultad del poder. Su gestión está enfocada al pueblo, a pesar de que su personalidad no tiene un alto enfoque a las personas.
Sus decisiones están influenciadas por sus emociones.
11.- Ricardo Monreal Avila
Destaca su alta concentración en toma de decisiones; es una persona muy enfocada a hechos, pero la parte de la transparencia no es muy sólida. Es enérgico, con toma de decisiones incluso radicales.
Debe mejorar la parte de transparencia y la percepción que puede generar basado en una responsabilidad ciudadana.
Como político es muy racional y administra adecuadamente sus emociones.
12.- Cuauhtémoc Cárdenas
Tiene un bajo perfil en cuanto a hechos concretos y en cuanto a proyectos; puede ser un hombre convincente, pero no tiene un perfil concretador, no se visualiza como un buen administrador.
La parte más débil de este personaje es a conseguir hechos concretos y a manejarse con números y resultados.
En cuanto a la toma de decisiones, es más emotivo que racional.