Agence France Presse
BOGOTA
Las autoridades investigan si policías colombianos protegían a un capo de la cocaína, en el marco de una pesquisa por el asesinato de diez agentes antimafia a manos de militares presuntamente vinculados al narcotráfico el pasado 22 de mayo, informó la revista Cambio.
Según el semanario, la fiscalía y la procuraduría analizan conversaciones que quedaron grabadas en el sistema de radio de la policía en la localidad de Jamundí (suroeste) momentos después de la matanza de los policías y un informante civil.
La fiscalía aseguró el 1 de junio que la muerte de los agentes de la policía judicial (Dijin) no fue producto de un enfrentamiento por error -como aseguraron jefes del Ejército-, sino que fue un encargo de narcotraficantes por lo que detuvo a ocho militares y ordenó el arresto de otros siete.
En uno de los diálogos revelados por Cambio, dos policías hablan en clave de un hombre a quien identifican como »el patrón» y »el personaje» de la hacienda La Cristalina, donde ocurrió la masacre, y que según la publicación podría ser el jefe del cartel de Norte del Valle, Diego Montoya, alias «Don Diego».
Montoya está pedido en extradición por Estados Unidos, que ofrece por él una recompensa de $5 millones.
»La balacera es ahí, en la hacienda, y me dicen que es contra el patrón», comunicó por radio un agente al cuartel de Jamundí. »Sí, central, aquí me dicen que quieren cometer un 902 (secuestro) contra el personaje que está hoy ahí», agregó el interlocutor.
Cambio señaló que, pese a estar a sólo cinco minutos del sitio del ataque, los refuerzos policiales recién llegaron media hora después del hecho.
El semanario añadió que las pistas indican que Montoya estaba en La Cristalina cuando arribaron los agentes de la Dijin para realizar una operación antidrogas. El capo habría regresado hacía poco de Venezuela donde buscó refugio, dijo la revista.
Los diez policías integraban una unidad élite con un historial que incluía la captura de varios traficantes e incautaciones de importantes cargamentos de cocaína. Algunos de ellos habían recibido entrenamiento de Estados Unidos.