Ataques xenofóbicos en Suráfrica se intensifican y dejan saldo de 25 muertos
Johannesburgo.- La policía sudafricana reforzó hoy su presencia en las barriadas pobres de Johannesburgo después de que cerca de 25 personas, entre ellas 2 niños, hayan sido asesinadas en los últimos días a causa de un brote xenofóbico.
La agitación comenzó el domingo pasado en el barrio de Alexandra cuando algunos sudafricanos atacaron a varios inmigrantes. Hoy mismo, en el barrio de Primrose, perecieron dos extranjeros y dos escolares.
Aunque la nacionalidad de los extranjeros que están siendo objeto de las agresiones se desconoce, fuentes policiales afirman que se trata en su mayoría de mozambiqueños y zimbabuenses.
Las revueltas se extendieron desde Alexandra hasta los suburbios de Diepsloot, Jeppe, Cleveland, Tembisa, Primrose, Reija Park, el céntrico barrio de Hillbrow y en el norte de Pretoria.
A pesar de la presencia de fuerzas policiales fuertemente armadas, hay más de veinte muertos y cien heridos, confirmó hoy la radio local «702».
Los agresores acusan a los inmigrantes de ser los causantes del alto índice de criminalidad que se registra en Johannesburgo y de acaparar los pocos puestos de trabajo que están disponibles.
Suráfrica ha estado soportando un alto nivel de inmigración en los últimos años que proviene en su mayoría de Zimbabue. Este país vecino sufre la peor crisis económica de su historia.
Desde el 2005 se han registrado en toda Sudáfrica dieciséis ataques a residentes extranjeros, la mayoría de los cuales sucedieron en los últimos seis meses.
La ola de disturbios de Johannesburgo se intensificó ayer cuando se registraron 11 muertes sólo en la zona de East Rand, al este de Johannesburgo, y otra en Alexandra, según informa la agencia local SAPA. Los enfrentamientos entre la policía y los agresores se producen continuamente.
Mientras, los bomberos intentaban apagar los incendios provocados que destruyeron decenas de chabolas en varios barrios de esta ciudad. Sólo en Primrose, unas cincuenta viviendas quedaron calcinadas hoy.
El último fin de semana más de doscientas sesenta personas fueron detenidas en Johannesburgo, según la policía, la mayoría de ellas en relación con las revueltas.
«Todo esto es bastante grave, hay más de seis mil desplazados y disturbios por toda la ciudad», declaró el portavoz de la ONG Médicos Sin Fronteras, Eric Goemaere, que calificó la situación de «crisis humanitaria». «La gente está desesperada», añadió.
Los inmigrantes acuden a ayuntamientos, comisarías e iglesias para refugiarse de los ataques. La distintas comisarías de los suburbios afectados han organizado campamentos improvisados para acoger a los inmigrantes.
«Algunas personas han sido acogidas en los ayuntamientos, pero otras siguen todavía dando vueltas y no saben dónde ir», declaró el portavoz de la policía Veli Nhlapo.
Las escenas de familias enteras portando sus pertenencias que buscan un lugar seguro donde refugiarse son frecuentes.
El presidente de Sudáfrica, Thabo Mbeki, ha condenado este brote xenófobo, mientras que el Gobierno ha hecho un llamamiento para que los servicios de inteligencia investiguen qué o quién está detrás de estos ataques.
«Creemos que hay algún tipo de planificación; no son sólo criminales», dijo ayer el portavoz gubernamental Themba Maseko.
La Fundación Nelson Mandela se unió hoy al resto de Suráfrica para lamentar las agresiones. «La violencia sin sentido no es la solución», declaró el director gerente de la Fundación, Achmat Dangor.
«Recordad el horror del que venimos», dijo Mandela en una comparecencia la semana pasada. Mandela, presidente de Sudáfrica entre 1994 y 1999, vivió en Alexandra cuando llegó a Johannesburgo, en 1941.
El miedo de los inmigrantes se extendió hoy a la ciudad vecina de Pretoria, según informes de emisoras locales reseñado por Efe, donde numerosos inmigrantes cerraron sus comercios y cargaron toda su mercancía en sus coches.