Venezuela no ha oficializado hasta el momento su candidatura para un puesto no permanente en el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (CS) para el período 2015-2016, aunque mantiene una búsqueda frenética de respaldo internacional, al grado de contar con el apoyo de más de 40 países para alcanzar este objetivo.
La candidatura venezolana necesita ser endosada por el Grupo Regional de América Latina y el Caribe (Grulac), pero este hecho no garantiza que el Gobierno del presidente Nicolás Maduro gane en la votación.
Existe en el Grulac un «pacto de caballeros» para permitir, si Venezuela lo manifiesta, su postulación para la silla vacante en el CS sin que otro miembro se presente, a menos que Caracas decline, revelaba un diplomático latinoamericano acreditado en la ONU.
En otro caso se ha barajado la posibilidad de que Brasil o México representen a la región en este foro, el más importante del organismo multinacional.
En 2013 Venezuela logró el apoyo de más de 40 países para su candidatura, según la Memoria y Cuenta del Ministerio de Relaciones Exteriores, que resalta el objetivo de «promover una agenda antiimperialista y de paz mundial en la ONU».
Se necesitan unos 129 votos en caso que estén los 193 Estados en sesión el día de la votación, de acuerdo con el reglamento de la ONU.
El Gobierno ha recibido respaldos oficiales de algunas naciones árabes. Se pudo conocer que Jordania lo hizo por nota oficial, y Líbano también.
La Asamblea General de la ONU votará en octubre el ingreso de cinco nuevos miembros no permanentes al CS, propuestos por sus respectivas áreas geográficas para ejercer su mandato del 1 de enero de 2015 al 31 de diciembre de 2016.
«El canciller Elías Jaua ha querido manejar el tema con discreción para evitar que se cometan errores del pasado en cuanto a la candidatura venezolana… hasta que no haya una mayoría de votos no habrá postulación formal», dijo un alto funcionario venezolano.
En 2006 el presidente Hugo Chávez se lanzó a la búsqueda de una curul en este organismo, pero las tensiones generadas en torno a esa candidatura y la forma en la que personalmente manejó el proceso hizo fracasar la candidatura venezolana, obteniendo Panamá el puesto.
Venezuela quiere lograr un apoyo especial de los países africanos, cuyo 54 votos son estratégicos. Está trabajando para eso con Cuba y Brasil.
La Casa Amarilla siente que hay «altas posibilidades de que podamos llegar al CS, por eso Venezuela sigue trabajando con una estrategia de entendimiento y de forma coordinada. Sabemos que EEUU e Israel buscarán que el Gobierno no gane la votación», advertía un embajador venezolano en función.
El CS se compone de 15 miembros: cinco permanentes con poder de veto (China, Francia, Rusia, Reino Unido y EEUU) y 10 miembros no permanentes cuya rotación es anual.
Por Latinoamérica actualmente están Chile (2014-2015) y Argentina (2013-2014), país al que buscará sustituir Venezuela en nombre de la región.
A la Cancillería le inquieta el poco respaldo que pueda recibir de los grupos regionales de Europa así como de las naciones asiáticas (Corea del Sur, Japón y Filipinas) por lo que el embajador ante la ONU, Samuel Moncada, «ha urgido un mayor contacto con esa región, porque sus votos son clave».
Para el Gobierno el secreto del voto es preocupante. En una reunión celebrada en febrero en Caracas, el embajador ante la Organización de Estados Americanos, Roy Chaderton alertó sobre la necesidad de «trabajar por un apoyo real ante la peligrosidad del secreto del voto y las presiones de los países con poder veto en el CS».