ASUNCION (Reuters) — La fiscalía paraguaya convocó el lunes a familiares de las víctimas fatales de un incendio que devastó un supermercado de Asunción la semana pasada para realizarles pruebas genéticas que ayuden a ratificar la identidad de los fallecidos.
La convocatoria se llevó a cabo después de informes contradictorios sobre el número de muertos y casos de confusión en el reconocimiento de los cadáveres.
La fiscal Teresa Sosa instó a los familiares de las víctimas identificadas y de personas registradas como desaparecidas a que concurran desde el lunes a un local de la Universidad Nacional de Asunción, donde se les extraerán muestras de sangre para análisis de ADN.
«Es para que se ratifique la identidad de los fallecidos que fueron reconocidos y entregados a familiares en el transcurso de la semana y pueda avanzarse en la identificación de los cuerpos que no pudieron ser reconocidos», explicó Sosa en una conferencia de prensa.
«Solicitamos encarecidamente a todas las personas que acudan a este sitio. Hay un grupo de profesionales médicos que los están aguardando y ello no requerirá mucho tiempo», explicó.
El número de muertos y heridos en el incendio del 1 de agosto fue rectificado el viernes, pues existían cifras dispares en la nómina elaborada por la Fiscalía General del Estado y los datos manejados por el Ministerio de Salud y la Policía Nacional.
Tras haber depurado las listas del ministerio público, en las que se habían detectado varios nombres duplicados, el Comité de Emergencia Nacional dijo el lunes que 389 personas murieron en el incendio y 107 permanecen internadas en hospitales de Asunción y sus alrededores.
Unos 50 cadáveres y restos de cadáveres calcinados seguían aún sin ser identificados.
Técnicos extranjeros anunciaron que comenzarán a depurar los escombros del edificio siniestrado para detectar la presencia de cualquier resto humano en el interior del local.
«Vamos a analizar cada una de las zonas y a depurar los escombros a mano, parte por parte, con el fin de que no se escape ningún resto biológico», dijo el médico forense español Juan Manuel Cartagena.