Autoridades del Banco Central del Brasil anunciaron que serán los contribuyentes del sistema de impuestos federales quienes probablemente deberán pagar la cuenta de $68 millones de dólares, resultado del mayor robo en la historia del país.
A través del túnel bajo tierra sustrajeron el dinero.
El fin de semana pasado los ladrones efectuaron el robo a una sucursal del Banco Central del Brasil en la ciudad de Fortaleza, ubicada en el noreste del país, mediante un túnel que conectaba con una caja fuerte.
Las autoridades del Banco Central advirtieron que, al no estar asegurado el dinero robado, no habrá manera de recuperarlo si los ladrones no son capturados.
La policía continua sus investigaciones para determinar quienes son los responsables del robo.
Frente falso
Sin embargo, las autoridades ahora sostienen que se trata de una pandilla de entre 10 y 20 personas, quienes montaron el operativo de excavación durante tres meses hasta ingresar a la caja fuerte y desaparecer las tres toneladas y media de billetes usados.
Los ladrones alquilaron una casa en la cual instalaron un comercio de jardinería como frente para encubrir sus actividades clandestinas.
Por su parte, el Banco Central realiza una investigación minuciosa para determinar si existió alguna colaboración interna con los delincuentes.
Las autoridades del Banco Central afirmaron que el dinero sólo estaba asegurado durante su transporte y no mientras estuviera resguardado en la caja fuerte.
Sospechan «Comandos»
La policía anunció el hallazgo de un vehículo usado por la pandilla.
Además, la justicia brasileña sospecha que el robo fue obra del Primer Comando o el Comando Rojo, las dos mayores organizaciones delictivas de Brasil.
Ambas organizaciones se han transformado en las últimas dos décadas en grandes carteles de tráfico de estupefacientes, controlando muchos de los barrios pobres de Río de Janeiro y Sao Paulo con pequeños ejércitos de sicarios.